A veces hay mujeres que te inspiran cuando las conoces, ya sea porque tienen un talento especial, por sus formas amables o por el éxito que han logrado en lo que sea a lo que se dediquen. Y me acaba de pasar -y por todas las razones anteriores- cuando conocí a la fundadora de Abeja Reyna, Hilda Elba Cortés Pérez. 

Hace 35 o 36 años andaba por unos campos de Michoacán, embarazadísima, visitando la zona cuando sintió un llamado: el de las abejas. Y no, no querían picarla, lo que sintió fue que estaba en casa, entre ellas. Así que adquirió sus primeras 150 colmenas, sin tener una idea de cómo se cuidaban y mantenían; fue amor a primera vista. Fue aprendiendo poco a poco del oficio y no solo eso, vio más allá de su propio negocio: quería enseñar a las personas que se con las que se topara cómo cuidarlas, además de seguir pasando la voz de la belleza y la importancia de sus pequeñas nuevas amigas. Así nació Abeja Reyna.

«Cuidemos abejas y salvemos abejas», es lo que siempre digo, nos comenta Hilda en una plática entre amigas. 

«Empezó haciendo cooperativismo, principalmente con personas adultas mujeres, ya que eran las dueñas de los campos, a través del financiamiento de las primeras 5, 10, 15 o 20 colmenas, que les ponía bajo el acuerdo de que posteriormente la apoyaran para poner más colmenas», nos cuentan. «Yo me enfoco en mujeres de entre 40 y 70 años, porque también son muy importantes», reconoce Hilda. 

Ya son 18 las cooperativas que están en Michoacán, Jalisco y Guanajuato y justo están buscando expandirse hacia el sur. «Buscamos unir a los apicultores de México por medio de la asociación Abeja Reyna por una Apicultura Sostenible en Beneficio de los Mexicanos S.C. con en el fin de ver por los cuidados de la producción apícola, así como ayudando a que obtengan su certificación de buenas prácticas a través del comercio justo.»

Ah, porque además no solo se cuidan a las colmenas productoras de miel sino que también se atiende a las que polinizan. 

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Casa Abeja Reyna

La primera tienda está en Guadalajara… la que no conozco, je. Pero en CDMX hay una y nos lanzamos el fin de semana.

Este pequeño mundo de miel se encuentra en Newton, Polanco, y es una tienda en donde venden distintos productos: mieles, cremas, regalos y se ofrecen experiencias como masajes o catas de miel. 

cata abeja reyna

«En la sala de masaje utilizamos la técnica sagrada de la unción con aceite de nuestras velas de miel», nos comenta la creadora del concepto. En el spa ofrecen servicios faciales y masajes personalizados. 

spa con productos a base de productos con miel

Como podemos ver en los videos, hay muchos productos, comenzamos por la miel de diversos tipos y… ¡la miel en polvo!

cata de abeja reyna

Otra de las líneas que se ofrecen son las de salud y nutrición y cuidado de la piel. De hecho, Hilda y una de sus hijas se fueron a Francia a estudiar cosmetología e innovar en Abeja Reyna y «así comenzó la alquimia de las abejas llevando tres líneas: cosmetología, nutrición y salud».

Este proyecto además de cuidarnos, nos sensibiliza sobre las abejas y su importancia, ¿a poco no? Además, nos demuestra que sí se puede cuando se tiene las ganas. Esta es la historia de una mujer mexicana que ha dejado huella para muchas personas y sus familias. 

Domicilio: Newton 178, Polanco, de 10 a 7 pm. 


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