¿Te enamoraste de tu jefe? ¿Estás saliendo con tu compañero de trabajo? Los romances en la oficina y terreno “Godín”, suceden todos los días. Algunas parejas salen sin lesiones en el proceso, otras no tanto…

Por Angie García

La combinación de amor con el trabajo siempre ha sido un tema difícil de tratar. Aun cuando ocurre más a menudo que un resfriado, muchos siguen viéndolo con malos ojos. Más cuando se trata del jefe con la “secre” o alguno de los dos tiene una relación fuera de la oficina. Aunque muchos están conscientes de que llevar una relación de oficina no es lo ideal, en el corazón no se manda y por más que eviten caer en tentación, es inevitable estrechar lazos con quienes muchas veces pasamos más tiempo que en nuestra propia casa.

“Pero no le digas a nadie”

Muchos oficinistas enamorados tienden a mantener su romance en completo secreto, jurando no decirlo a nadie y que se llevarán esto hasta la tumba. Algunos lo hacen porque las políticas de la empresa prohíben este tipo de relaciones entre empleados, otros meramente por diversión y porque encuentran más atractivo y emocionante la relación al no decirlo a nadie.

Otros ya no pueden más y lo comentan a alguien y se convierte en un teléfono descompuesto que llega a generar envidias, cambios de actitud y hasta despidos.

Especialistas afirman que lo mejor para fomentar que te den tu lugar en la oficina es mantener el trabajo y tu relación en planos distintos. Para un mejor ambiente y que no salgan problemas, evita los besos, andar de la mano y otras muestras de cariño en la oficina.

También existen las relaciones peligrosas en la oficina, esas donde alguno de los dos está casado y se involucra con alguien del trabajo, en estos casos las situaciones siempre son riesgosas, verás que todo mundo habla a tus espaldas, te sentirás vigilado, etc. Tienes derecho a decidir si lo haces o no, pero debes asumir las consecuencias de lo que haces y éstas pueden ser tan fatales como destruir una familia, perder tu trabajo, etc. Y recuerda que la mayoría de las veces, sólo es el momento de vivir una aventura, pero a la hora de elegir, todos (o casi todos) se quedan con su esposa o marido.

Los egos salen a flote

Si andas con alguien que tiene un cargo más alto que el tuyo, los celos y las envidias no tardan en aparecer. Escucharás que seguro te dieron un ascenso o gozas de ciertos privilegios porque “te estás dando al jefe”. Los cierto es que haya o no haya relación, en una oficina siempre existirán chismes, ciertos o falsos. Lo importante es que tengas una comunicación abierta con tu pareja y que esa diferencia de puestos no se convierta en una lucha de poder. El que uno no tenga un puesto o salario más altos no significa que sea mejor o peor persona.

Y vivieron felices…

No todo es malo en las relaciones de oficina, muchas parejas logran sobrevivir a todos las situaciones que se les presentan y viven un romance digno de llevarse a la pantalla grande. El secreto de muchos es que ambos respetan sus espacios de trabajo, no estar encima del otro en la oficina.

Especialistas afirman que lo más recomendable es que cada uno tenga un espacio personal y exclusivo donde puedan expresarse y explotar sus intereses y sus habilidades. De lo contrario se vuelve tóxico, no hay tema de conversación ni intercambio de experiencias nuevas.

El respeto, la confianza y la admiración por el otro son fundamentales. Además cuando la base de una pareja es sólida, tienen todas las posibilidades de que todo salga bien. Una pareja que tiene problemas, va a tenerlos aunque no trabajen juntos.

¡Mucha suerte oficinistas!

Angie Garcia Maldonado


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