Querida lectora, permítenos poner sobre la mesa una realidad ineludible que afecta a millones de personas, especialmente en nuestro país. La ansiedad en México, el estrés, el burnout y la depresión se han alzado como las problemáticas de salud con mayor crecimiento durante los últimos años, tejiendo una crisis silenciosa de bienestar emocional.

Las cifras son contundentes y reflejan la urgencia de este panorama. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado del INEGI, más del 49% de los mexicanos ha experimentado síntomas de ansiedad. Y si hablamos de la esfera profesional, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirma que un impresionante 40% de las personas que trabajan en oficina viven con fatiga laboral. ¿A qué se debe este acelerado crecimiento en nuestra preocupación mental?

La respuesta es un coctel de factores modernos: el incremento en la carga laboral, la inestabilidad económica, la sobrecarga de responsabilidades académicas o las preocupaciones personales. Millones de mexicanos se encuentran atravesando una crisis de bienestar mental que impacta cada aspecto de su vida.


El impacto oculto: cuando la mente afecta el cuerpo

Es indispensable entender que los problemas de salud mental no son solo un tema de «estado de ánimo» o de debilidad. Tienen un impacto directo y muy físico en nuestro organismo, afectando seriamente la calidad de vida. El Dr. Hugo Palafox, científico especializado en metabolismo humano y vicepresidente de Ciencia en Immunotec, enfatiza la seriedad de esta conexión mente-cuerpo.

«Los problemas de salud mental, tales como el estrés laboral, la fatiga o la ansiedad en México, no solo afectan el estado de ánimo, sino también tienen un alto impacto en la salud. En ocasiones, estos padecimientos pueden desencadenar síntomas como insomnio y ansiedad, falta de concentración, malestar gastrointestinal, tensión muscular o sensación de agotamiento constante, por lo que es indispensable tomar medidas inmediatas que permitan a la población mejorar calidad de vida«, asegura el especialista.

El bienestar y equilibrio mental debe ser atendido de manera urgente para evitar que estos síntomas desencadenen trastornos o problemáticas más graves. A pesar de los avances, la salud mental aún arrastra un estigma social en México que la relega a un tema secundario, un error que debemos corregir en nuestra búsqueda de un bienestar integral.


Estrategias de cuidado: cómo reducir la ansiedad y recuperar la energía

La solución no es una varita mágica, sino la implementación de hábitos conscientes que nos ayuden a equilibrar el sistema nervioso y fortalecer nuestra red de apoyo. Las siguientes recomendaciones, basadas en la experiencia del Dr. Palafox, son un excelente punto de partida para cómo reducir la ansiedad.

Dormir no es un lujo, es una necesidad

Lo escuchamos constantemente porque es una verdad innegable: dormir entre 7 y 8 horas diarias es un pilar de la salud mental. Un descanso adecuado permite al cerebro procesar emociones, regular el estrés y recuperar energía. Por el contrario, la falta de sueño eleva los niveles de ansiedad, afecta la memoria y puede aumentar la irritabilidad. Lejos de ser un lujo, el sueño es tan crucial como alimentarse, por lo que es indispensable crear rutinas sanas y completas de descanso para combatir el insomnio y ansiedad.

Busca herramientas para relajarte

Existe un mundo de apoyo natural que puede ayudarnos a equilibrar el sistema nervioso y mejorar la resistencia frente a la tensión física. El especialista menciona que existen ingredientes naturales conocidos como adaptógenos. Estos compuestos vegetales ayudan a reducir el impacto negativo del estrés en el organismo. Los adaptógenos se encuentran en alternativas como Knutric+, producto de la marca Immunotec, que se enfoca en el bienestar emocional a través de 12 extractos vegetales, la Rhodiola Rosea y el uso de minerales como el yodo y el magnesio. Estos componentes, en conjunto, pueden mejorar el control del sistema nervioso.

Libera endorfinas con el ejercicio

Mover el cuerpo es una de las terapias más antiguas y efectivas. Hacer ejercicio no solo fortalece el cuerpo, sino que también mejora el ánimo y la estabilidad emocional. Al ejercitarnos, el organismo libera endorfinas u «hormonas de la felicidad». No necesitas convertirte en una mega atleta; ejercitarte al menos 30 minutos al día puede ser suficiente para mejorar tu estado emocional y cómo reducir la ansiedad.

Fortalece tu red de apoyo

A veces, las acciones más sencillas son las más poderosas. Platicar con amigos, comer en familia o salir en pareja tienen un impacto mayor del que creemos en temas de salud mental. Crear redes de apoyo sólidas con personas de confianza puede mejorar el estado emocional, disminuir el estrés y fomentar una vida social activa, sana y que incentive el equilibrio socioemocional. Esta conexión es un escudo contra el aislamiento y la ansiedad.

Busca ayuda profesional

Es indispensable buscar apoyo profesional si el estrés o la ansiedad están impactando fuertemente en tu día a día. Los profesionales de la salud mental cuentan con las herramientas necesarias para comprender, identificar y atender mejor las emociones. Nunca es un signo de debilidad, sino de fortaleza, reconocer que necesitamos una guía experta para navegar por las dificultades emocionales.

En un panorama donde el estrés laboral, la depresión y la fatiga no hacen más que crecer, debemos incentivar estrategias de cuidado que permitan a las personas anteponer su bienestar emocional, físico y mental.

Como concluye el Dr. Palafox, «La salud mental es una parte indispensable para el bienestar integral, por lo que es importante comenzar a atenderla de raíz.» Tu calidad de vida lo merece.

Fuente: Immunotec, modificado por Mariel Gadaleta 


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