En principio, es importante que sepas que la fertilización in vitro, no es soplar botella y listo. Consiste en una serie de procedimientos, algo engorrosos y complejos, que ayudan combatir cualquier problema genético y hormonal que impide la fecundación.

¿Cómo se hace la fertilización in vitro?

Es un mecanismo totalmente tecnológico, donde se utilizan tus óvulos y los espermatozoides de tu pareja o en otros casos, de donadores anónimos.

Este procedimiento consiste en recolectar tus óvulos maduros, listos para ser fecundados por el espermatozoide.

Luego que el, o los óvulos sean fecundados, son implantados en el útero, se debe esperar por lo menos dos semanas, como lapso de tiempo mínimo.

¿La edad es un limitante?

Este procedimiento es recomendado para personas mayores a 40 años. Sin embargo, son muchos los casos donde las mujeres de menos edad se someten a este tratamiento, por otros factores de salud que la imposibilitan concebir.

Fertilización in vitro

Fertilización in vitro

¿Cuáles son las enfermedades o trastornos por los cuáles es aconsejable que puedas someterte a la fertilización in vitro?

Son muchos los factores que bloquean a la mujer y al hombre para poder quedar embarazados de forma natural.

En este sentido, te mencionaremos cuáles son esas enfermedades por las que debes pensar  en esta opción de fertilización:

  • Daño u obstrucción en las trompas de Falopio.
  • Trastornos de la ovulación.
  • Insuficiencia ovárica prematura.
  • Fibromas uterinos.
  • Esterilización o extracción previa de las trompas.
  • Producción o función del semen afectadas.
  • Preservación de la fertilidad ante el cáncer u otras enfermedades.

Posibles riesgos de la fertilización in vitro

Tu médico tratante debe guiarte y aconsejarte sobre este proceso de concepción, por lo que es necesario que él te explique los factores de riesgos de la fertilización in vitro:

  • Altamente probable nacimientos múltiples.
  • Parto prematuro.
  • Síndrome de hiperestimulación ovárica: los ovarios se hinchan y causan dolor.
  • Aborto espontáneo.
  • Cáncer de ovario.
  • Complicaciones en el procedimiento de obtención de óvulos.
  • Embarazo ectópico: cuando el óvulo fecundado se aloja fuera del útero, generalmente en una trompa de Falopio, en estos casos no hay manera de continuar con el embarazo.
  • Defectos congénitos.
  • Estrés.

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