Gracias a los métodos de conservación de alimentos es posible prepararlos y mantenerlos en buen estado, de manera que puedas usarlos después de un tiempo.

Congelación

Este método lo conocemos muy bien y consiste en colocar el alimento envuelto perfectamente (cubierto con aluminio, plástico o dentro de un recipiente), para ser congelado. No se sugiere para frutas y verduras con mucha humedad, tales como champiñones, verduras para ensaladas o moras.
En el caso del jitomate, se sugiere hacer purés para después ser congelados entre los -6 °C y -18 °C.

Deshidratación

Consiste en eliminar el agua de los alimentos, que es el medio en el que podrían crecer los microorganismos que descomponen el producto. En casa se pueden colocar las hierbas de olor frescas sobre toallas de papel y dejarlas al sol hasta que se sequen. También puedes rebanar finamente frutas como manzanas o peras y hornearlas a fuego muy bajo por un largo tiempo, sobre un tapete de silicón. Después será necesario conservar el alimento deshidratado en un recipiente seco y sellado.

Escabeche

Quizás la aplicación más conocida que tenemos de este método, son los chilitos en escabeche que comemos todos los días. Las verduras se conservan en vinagre y sal, que se puede adicionar con aceites, hierbas de olor, pimienta, vino, etcétera. Así se pueden mantener los alimentos durante varios meses.

Salado y salmuera

Con el salado se agrega sal al alimento, lo cual provoca cambio en el color, sabor, aroma y textura. Aunque regularmente este método se aplica a carnes y pescados, también existe la posibilidad de hacerlo con frutas y verduras. La salmuera es una mezcla que se prepara hirviendo 1 litro de agua con 250 gramos de sal, se deja entibiar y en ella se pueden colocar verduras como calabacitas, cebollas, aceitunas frescas, entre otras.


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