En esta era digital, donde TODO puede estar al alcance de un click, surgen nuevas tendencias que deben preocupar sobre todo a los padres o tutores. Una de ellas es El SEXTING. ¿Sabes de qué se trata?

Como periodista, recuerdo con tristeza el caso de una joven de 15 años, a quien su novio le pidió una prueba de amor, que dista mucho de la que nuestras madres nos advertían… «Envíame una foto de tu desnudez», fue la solicitud. La muchacha no lo pensó dos veces y confiando en su enamorado envió la foto, con la condición que después la borrara. En menos de 24 horas, sus compañeros de escuela, ya había visto la fotografía. Las consecuencias fueron nefastas para ambos.

Ella tuvo que luchar contra las burlas y la vergüenza. Él fue acusado por agravio y destrucción de la imagen pública. Ambos fueron expulsados del colegio. A esto se le suma el sentimiento de humillación, que derivó en falta de confianza en futuras relaciones, además de problemas como ansiedad y depresión.

Sin duda, esta historia real, es una pesadilla para cualquier padre. La joven sufrió las consecuencias del SEXTING, una técnica de comunicación, que consiste en enviar de forma voluntaria, imágenes de tipo sexual a otra persona.

Esta acción se realiza, generalmente, a través de las redes sociales de conversación. De hecho, no se le dice «chatear», ya lo han bautizado como: «Sextear».

El Sexting, lamentablemente, aumenta con rapidez y forma parte de las relaciones entre los adolescentes e incluso los niños. Estudios recientes en los Estados Unidos, revelan que casi la mitad de los muchachos entre 11 y 17 años ya han visto a través de sus celulares contenido de carácter sexual, pero lo que más preocupa es que 3 de cada 10 niños ya han recibido o solicitado el «Sexting».

Aunque en un principio surgió como una tendencia entre adultos, los jóvenes, como nativos digitales, se sumaron a la práctica. De acuerdo a los estudios realizados por psicólogos y pediatras la razón más común para practicar el sexting entre adolescentes es una relación sentimental. Recuerden que los adolescentes suelen confiar en sus amigos y manifiestan estar seguros de la discreción del destinatario del mensaje. Por otra parte, creen que una imagen en su celular está segura, y no imaginan el efecto que podría tener su divulgación.

En casos más complejos, las fotografías pueden usarse como herramienta de chantaje. Quien la tiene, puede solicitar cualquier recompensa a cambio de no difundirla. El acoso sexual, o incluso reconocer a una posible víctima también representan algunos riesgos del Sexting.

¿Por qué los jóvenes practican el sexting?

Una de las razones que se está estudiando es la presión social del grupo. El joven suele buscar aceptación y para ellos en el contexto digital es de suma importancia. También hay que recordar que el adolescente se cree invencible y se escuda en el supuesto «anonimato’ que puede generar la era digital. Es allí cuando se atreven a probar y ejecutar acciones, sin medir las consecuencias. Ignoran los riesgos.

Es importante tener en cuenta las CONSECUENCIAS LEGALES. En países como Estados Unidos, un joven que incurre en el sexting y que es denunciado puede enfrentar cargos hasta de difusión y tenencia de pornografía infantil y en México existe la Ley Olimpia, que castiga la difusión de «packs» o material íntimo.

¿Qué podemos hacer como padres o tutores?

La confianza es clave en esta relación. Pretender «desconectar» a un joven del mundo digital es imposible, sin embargo, sí podemos poner límites y sobre todo conversar y repetir cuáles son los riesgos de prácticas como el sexting.

Hoy, 9 de cada 10 niños de 12 años ya tiene un celular en el vecino del norte.

Los especialistas con quienes he conversado me han sugerido al respecto:

— Mantener una comunicación constante, con respeto y el cariño.

Poner normas de «uso» con los dispositivos electrónicos a toda la familia. El ejemplo comienza por los padres: No podemos pretender quitarles el celular cuando cenan, si nosotros no lo dejamos a un lado.

Contar con ejemplos claros lo que significa una imagen de un menor de edad desnudo en el celular. Hablar de la pornografía infantil como delito de tanto quien la distribuye como quien la genera o posee. Una recomendación al respecto es decirle a tu hijo (a) que si le llegan este tipo de imágenes o solicitudes, te lo comente y no lo comparta. Si les piden sexting, debem responder que NO. Incluso como padre puedes hacer un «screenshot» del mensaje y no divulgarlo. Queda como evidencia.

Decirles que nunca deben participar en una broma o reto. Debes hablar de lo que significa la presión social y cómo el sexting puede derivar en humillación y problemas mucho más graves.

«Piensa antes de enviar». Esto aplica a todo el lenguaje de la red Todo lo que sale de tu celular deja de ser privado para convertirse en público.

Pero sobre todo, debes reforzar los valores. Un niño criado desde el respeto, podrá entender y medir sus acciones. Nunca bajes la guardia y siempre debes estar allí para escucharlo y aconsejarlo. Toma tu tiempo para conocer a sus amigos, para interactuar con ellos y déjale saber que siempre podrá contar contigo.

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