
La energía sexual es una forma poderosa de energía que se encuentra dentro de cada una de nosotras. Es un impulso natural y fundamental que nos impulsa hacia la atracción, el deseo y la intimidad sexual. Te contamos algunos detallitos que debes tomar en cuenta.
En principio empezaré por aclararte que la energía sexual proviene de la energía vital o la fuerza vital que todos tenemos. Es una energía creativa y poderosa que puede ser canalizada y utilizada de varias formas.
No solo se limita a la actividad física, es una fuerza que se puede sentir y experimentar en diferentes momentos de la vida, incluso fuera del ámbito sexual. Puede manifestarse como una pasión por la vida, creatividad, vitalidad y una conexión más profunda con uno mismo y los demás.

Energía sexual, ¿qué tanto crees en esto? Foto: smk0473 en Depostphoto
Energía sexual, es más poderosa de lo que piensas
Pero existen estos otros detalles que a los que debes prestar atención:
Transmutación de la energía:
La energía sexual se puede transmutar o canalizar hacia otras áreas de la vida. Esto significa que puedes redirigir y utilizar esa energía para fines más elevados, como el desarrollo personal, la creatividad, el crecimiento espiritual o el logro de metas y objetivos.
Equilibrio y armonía:
Es importante encontrar un equilibrio saludable en relación con la energía sexual. Ni reprimirla ni permitir que se descontrole. La práctica del autoconocimiento, la comunicación abierta y el respeto mutuo son fundamentales para mantener una relación sana y equilibrada con la energía sexual.
Prácticas de energía sexual:
Existen diversas prácticas y técnicas que se centran en el manejo y la canalización, algunas de ellas incluyen el tantra, la meditación sexual, la respiración consciente y el yoga sexual.
Estas prácticas pueden ayudar a aumentar la conciencia, la intimidad y la conexión en las relaciones, así como a experimentar una sexualidad más plena y satisfactoria.
Responsabilidad y consentimiento:
Es esencial practicar la responsabilidad y el consentimiento en cualquier interacción sexual. El respeto mutuo, la comunicación clara y el consentimiento informado son fundamentales para garantizar experiencias sexuales seguras, consensuadas y saludables.
Diferencias individuales:
También varía de una persona a otra. Cada individuo tiene diferentes niveles de energía, deseos y necesidades. Es importante respetar y comprender las diferencias individuales en términos de expresión y gestión en esta actividad íntima.
Esto es una parte natural y saludable de la experiencia humana. Es importante explorarla y comprenderla de manera consciente para aprovechar su potencial en diferentes aspectos de la vida.
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