Sin duda, una de las grandes expectativas para muchas mujeres es convertirse en madres. Desde niñas algunas lo imaginan y hasta lo planean, pero a la hora de la hora, la experiencia es totalmente distinta a la que se espera.
Tuvimos la oportunidad de asistir a una mesa redonda súper interesante, organizada por la marca de fórmulas para pequeños Friso, y desmitificamos muchas cosas… además de verificar otras tantas.
Los orígenes de nuestros anfitriones
El encuentro comenzó con un viaje… literal con un viaje a Holanda, de donde es Friso. No lo hicimos nosotras, pero sí la influencer de viajes María Philibert y la acompañamos a través de un video.
María, junto a su hijo y su suegro, tuvo la oportunidad de ver el proceso del producto que ha hecho un cambio en la salud de su peque: de enfermarse dos veces por mes por la guardería, a ya no hacerlo.
Vemos a los tres mexicanos en la granja lechera constatando cómo viven las vacas. Esta granja es tradición familiar y ha pasado de generación en generación aumentando su capacidad de producción y de hospedar vacas.
La comida de estos animalitos es producida ahí en un 95%, se ordeñan tres veces al día y la higiene tanto donde viven como donde se ordeñan es indispensable, tanto para su salud como para la leche.
¡A la fábrica de fórmula!
Después de un día en la naturaleza, ahora María (ya sin el bebé, por motivos de seguridad) acude a la fábrica. Lo que observamos es que el sistema de proceso de la fórmula es totalmente diferente a lo que pensamos y es porque ellos tienen el control total de toda la cadena de desarrollo del producto, empezando justo por la producción de la materia prima: ¡leche real de vaca!
El centro de innovación es arquitectónicamente hermoso y presenciamos que todo parece como del futuro. Justo ahí descubrieron que las moléculas de su leche son de más fácil digestión, lo que le da un plus a sus pequeños usuarios finales.
Como empresa creen en preservar el poder de la naturaleza y se nota totalmente.
María entrevista a una nutrióloga que trabaja en Friso y le pregunta qué fórmula es ideal para un pequeño de un año. La experta, que también es madre, explica que esta etapa es retadora ya que las niñas y los niños ya están comiendo sólidos, pero muchas veces no quieren «de todo un poco». Así que el utilizar una fórmula tan completa con la de Friso, contribuye a que el peque obtenga los nutrientes necesarios a través de su leche.
De madres a madres: el poder de la comunidad
Ya en la mesa redonda vemos a las chicas de El Desmadre: mamás con un poco de vino Podcast (Rous, Chivis, Sandy y Cons), a la Doctora Marite, Reumatóloga Pediatra y asesora de lactancia, y al doctor Sergio Díaz, gastroenterólogo pediatra.
Hay tanto que quisiera compartirles de estas pláticas, que tendré que hacer una nota específica sobre lo que aprendimos de la depresión post-parto y cómo diferenciarla del Baby-blues. También tienen que ver el reel/tiktok que subiremos con más de estos testimonios tan valiosos.
Y digo que son valiosos porque justo: en comunidad todo se vive de manera menos trágica.
Sí, la maternidad no es una tragedia pero muchas veces al vivirla en solitario se padece. «La culpa aparece incluso antes de parir», dice una de las integrantes del Podcast. «El Desmadre es parte de Naran Xadul, que es esta comunidad. La idea es hablar de la maternidad desde una perspectiva real, sin juicios. De poder sentir que no eres la única que sientes ‘quiero rentar a mi hijo un ratito‘ y nadie te va a juzgar por eso», nos cuenta Sandy de lo que trata su podcast.
El postparto no es como lo pintan
Entre anécdotas y «netas», las madres del panel hablan de ciertas cosas y la y el pediatra intervienen con comentarios muy atinados.
«Las mamás tienen expectativas muy altas. Cuando algo de eso falla, hay culpa y depresión, y en lugar de disfrutar se atormentan», comparte el doctor Sergio sobre lo que él ve en consulta. «Y les puedo decir que el post parto no se acaba nunca».
Y sí, escuchamos risas y sonidos de empatía, las madres comienzan a compartir sus viajes personales desde el embarazo. Y vaya que cada uno de ellos ha sido único y personal: el de la primera hija distinto al del segundo hijo.
Un punto que se trata en este encuentro es el de la relación de pareja: todo cambia. «Hormonalmente tienes una bomba de emociones y también tienes que estar haciendo muchas cosas. Al principio la mamá es la que muchas veces se encarga de atender a este bebé, de alimentarlo, de estar presente. Y este vínculo que tiene con su bebé muchas veces se forma al principio. Pero entonces llega papá y también es su hijo y quieres que él se involucre y esté presente. Pero a veces papá no sabe tan bien cómo, le cuesta un poco de trabajo. Y muchas veces, estás cansadísima porque el bebé no duerme y se levanta cuatro o cinco veces en la noche y tú nomás volteas a ver a tu esposo y está así roncando y dices cómo puede ser», comenta Sandy. Lo odias. Es normal sentir que te cae mal él y sus pezones inservibles», interviene Rous.
«A veces sientes que todo cae sobre ti y no hay con quién recargarte, porque una parte del post parto es sentir que eres la única que está viviendo esto, pero hay que voltear y ver que son como medio millón… pero te sientes tan sola en ese momento. Creo que para mí fue lo más difícil… ¡y eso que estaba mi mamá, mi hermana, otras mamás amigas. Ahorita lo veo a la distancia y lo recuerdo romantizado. Como que digo: ¿De qué me quejaba?, era tan hermoso; estaba en mi cama todo el día. Mi bebé pegada, dormíamos, mi mamá me traía de comer…» dice Chivis.
Y todas coinciden que el cerebro bloquea lo malo y se acuerda de lo bueno únicamente.
Otro punto que trataron fue la familia: en Pandemia se dieron cuenta que era mejor no tener tanta gente encima y que la fórmula perfecta era «mamá, papá y bebé». Así que en ocasiones le echaban la culpa a la especialista con un «mi pediatra dice que por el momento no visitas», aunque no fuera cierto.
«Para poder cuidar a un ser, hay que sentirse cuidada», nos comparten.
Y no, la maternidad no es como la pintan. Rous cuenta que ella se sentía súper preparada para recibir a su primera bebé: «Cuando estaba embarazada pensaba, llevo cuatro años trabajando en Naran Xadul, he tomado tres cursos de lactancia, ¡yo me la sé! Llegué a mi casa con mi bebé y, a mí en el quirófano -porque fue cesárea- se me quedó la cintura, el líbido y me dieron a cambio una mochilita llena de culpas. Todo me generaba culpas. Entonces era: pero es que no está durmiendo, ¿será que está creciendo bien? ¿Le estoy dando suficiente leche? Yo lloraba pegada en el extractor y pensaba que mi hija ya no me quería y nunca se me iba a volver a pegar. Pero sí lo volvimos a lograr. La dinámica del postparto también consiste en conocerte a ti misma, no solo conocer a tu bebé…
En ese hospital nacen dos personas: nace tu versión de mamá y nace tu bebé».
Hay mucha información actualmente y en la vida real te sientes perdida en la lactancia.
«Como asesora de lactancia les quiero decir que yo tuve una asesora, porque no pude yo sola. Creo que lo primero que recomendaría es estar informada antes: saber a qué vas a pasar. No romantizarlo y tener muy consciente que, por supuesto, la hora dorada del apego inmediato es algo que vamos a querer hacer, pero lo tenemos tan romántico y tan puesto… y muchas veces no es así. Y hay mucha presión de todas: de tu mamá, de ti misma, de la sociedad.
«Yo diría que primero hay que informarte de lo que va a pasarle a tu cuerpo y al momento que pase, dejar fluir lo que se presente en tu historia. Cada historia es muy distinta. También acompañarte de tu mamá, de amigas, haz un grupo de mujeres. Y con tu pediatra. Cada vez las y los pediatras estamos más sensibilizados para recibirlas y ustedes no tienen por qué saber ciertas cosas médicas que nosotras sí», cuenta la doctora. «Hay que confiar un poquito en la naturaleza que nos diseñó para esto.»
Cuándo es depresión….
«Y en cuanto a la depresión: Es una enfermedad silenciosa. Si la depresión en general, uno se la calla, no la andas presumiendo y hay gente que está en un nivel muy funcional, la depresión post-parto, ¡peor! Porque traen ese cuento de hadas de ‘Tengo que ser feliz porque acabo de tener un bebé’, pues si te ven triste te preguntan, ¿qué pasó?, ¿no es lo que querías? Entonces en realidad hay que hacer una diferencia entre baby blues y depresión.
«El baby blues dura aproximadamente 15 días y es algo así como: estoy feliz pero estoy llorando y no sé por qué estoy llorando. O vi la película de Terminator y lloré. Es algo así, que no tiene mucho sentido. Pero ya la depresión post parto es «Ya me estoy poniendo triste, ya no estoy funcionando.» O tener pensamientos como «para qué tener otro hijo. Ya no sirvo para esto. O de plano, ya mejor me voy al más allá. Es que sí hay pensamientos suicidas en la depresión, porque el diagnóstico de depresión postparto es igualito a la depresión clínica, solo que ocurre en las primeras semanas después de que nace un bebé. Es muy importante detectarla a tiempo. Si tienen problemas, suéltenselos al pediatra y si bien él no podrá darles tratamiento, sí las puede decir con quién ir», explica el doctor Sergio.
La doctora Marité añade respecto a este tema «hay que decir que sí hay antidepresivos que se pueden dar mientras se está amamantando, así que es importante buscar ayuda.»
¿La maternidad es como la pintan?
Pues concluimos que no. Nada que ver. Y si bien con el tiempo se recuerda con mucho cariño, minimizando los malos momentos, hay que hablar de todo esto cuando se está viviendo.
Friso dejó un mensaje muy importantes para las madres:
La mamá se vuelve la verdadera heroína de la vida, por su amor incondicional, por su disponibilidad para hacer lo que sea que tengan que hacer para tener a un niño feliz, sano y contento. Al final todo eso que ustedes combinan es moldear el futuro de esta sociedad», comparte una ejecutiva de la marca.
«La buena nutrición, la correcta nutrición en los primeros años de vida es fundamental para el desarrollo mental y físico. Ahí las mamás juegan un papel insustituible ya que en la selección que hacen de los alimentos puede no solo influir en el crecimiento de los pequeños, al final también alimentan su imaginación, sus sueños. Viene el paquete completo», dice la marca a las asistentes.
Así que recuerden: no están solas. Hacer comunidad puede salvarte de malos momentos y de vivir en soledad este tiempo tan especial.
Imagen de Freepik
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Me encantó el post 🩷