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Por: Patricia de la Fuente

Los niños reconocen en otras personas las cualidades atractivas que son el resultado de valores, el optimismo, la autoestima y la alegría, por ello, suelen formar amistades sinceras, incondicionales y sin otro tipo de intereses. A pesar de esto, es primordial que, tanto padres como profesores pongamos empeño en explicar a ellos el concepto de amistad y, sobre todo, los ayudemos a discriminar entre una amistad y una mala influencia.

¿Por qué es importante tener amigos?

Cultivar las amistades favorece el estado de ánimo, la salud física y mental, por lo que mantener cerca a nuestros amigos es sinónimo de bienestar e incluso, longevidad, así lo indican numerosos estudios.

Como adultos sabemos bien que un amigo saca lo mejor de ti, te complementa, te apoya, te dice lo que no estás dispuesto a escuchar en voz de otras personas; un amigo realmente puede ayudar te en tu crecimiento personal. Sin embargo, ¿un niño de dos o tres años entiende lo que es la amistad?

Para ayudar a un niño pequeño a identificar la verdadera amistad y darle herramientas para cultivarla, es recomendable aprovechar algunos recursos como las historias, los cuentos, la literatura.

Es importante nunca perder la oportunidad de destacar las características positivas de las personas que nos rodean o de los personajes de las películas, la televisión o los cuentos: “¿Ya te fijaste en Arturito?, por eso es tan buen amigo, porque siempre está dispuesto a ayudar a otras personas”.

Cómo enseñarles a los pequeños

Durante este mes del amor y la amistad, debes reconocer en tus hijos los actos de amistad y amabilidad, y hacérselos ver cuando vienen de otras personas.

Con los niños de tres a seis años, puedes empezar a identificar personas en lugares públicos que ayuden y apoyen: al niño que ayuda a atar las agujetas de otro más pequeño, alguien que cede el paso en las escaleras eléctricas, alguien que recoge algo que se le cayó a otra persona y ayuda a levantarlo, etc.

Como el mejor modelo que eres para tu hijo o hija, también puedes participar y realizar actos de amistad con miembros de la familia, amigos y aún con extraños.

Otro aspecto que debe quedar claro en nuestros niños y que con nuestra orientación y el paso de los años lograrán comprender, es que elegir a sus amistades es parte de una toma de decisión que implica responsabilidad, pues es algo que debe funcionar para promover su crecimiento y bienestar. Cuando, por algún motivo, consideras que tus niños aún no son capaces de tomar las decisiones correctas, quiere decir que aún no están en ese espacio de autonomía y aún requieren de tu orientación.

No menos importante resulta el hecho de orientar a nuestros hijos dentro de la atractiva oferta de las redes sociales y el concepto de amistad que éstas proponen. Aunque lo ideal es que los menores de edad no utilicen las redes sociales, es fundamental guiarlos para discernir entre las amistades verdaderas y las que supuestamente las redes te presentan como amigos, pues estas no son ni lo profundo ni lo enriquecedor que las amistades reales. No porque Facebook te diga que tienes mil amigos, realmente los tienes.


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