¡Hola, Kenalectora! Agárrate de tu asiento porque la final de Miss Universo 2025 nos dejó con el ojo cuadrado y el corazón palpitando de orgullo. Nuestra Miss México, Fátima Bosch, no solo se trajo la corona a casa, sino que también nos dio una cátedra de valentía, dignidad y, sobre todo, sororidad en el escenario más grande del mundo.
No te cuento el chisme completo, ¡te lo desgrano! Esta historia va más allá de un cetro y una banda; es un ejemplo de que, a veces, para brillar, primero tienes que aprender a poner límites… ¡y que tus amigas te respalden!

Miss Universo 2025
De Chihuahua para el Universo: el rostro de la dignidad
Fátima Bosch, una belleza de 25 años, llegaba a Tailandia con toda la actitud para representar a nuestro país, pero la travesía no fue color de rosa. Más bien, se puso color de hormiga. En un evento promocional, el organizador del concurso, el señor Navat Itsaragrasil, tuvo un altercado público con Fátima. ¿El motivo? Supuestamente, nuestra Miss no había subido suficiente «material promocional» a sus redes sociales.
La situación escaló rapidísimo. El organizador no solo le reclamó de manera airada, sino que, ¡aguas!, la llamó «tonta» (sí, leíste bien: ¡tonta!) frente a todas sus compañeras y en un evento público. ¡Qué oso y qué falta de respeto! En ese momento, Fátima, con la cabeza en alto y el coraje por delante, decidió que la dignidad va primero que cualquier corona, y se retiró del evento.
¿Qué no contestó bien? La autoestima también es una respuesta que cachetea realidades. Un consejo Kena: cuando alguien intente minimizar tu voz, opacar tu brillo o ridiculizarte, tú: mentón arriba y responde con fervor, educadamente y con actitud, la misma de Fátima al defender lo que ya era de ella, ¡la corona!

Fátima Bosch reina de belleza 2025
¡Si toca a una, toca a todas! El poder de la sororidad
Lo que pasó después fue la verdadera joya de esta historia y lo que la hizo viral en todo el planeta. El señor Itsaragrasil, como si estuviéramos en la primaria, amenazó con descalificar a cualquiera que se atreviera a apoyar a Fátima. Pero como dice el dicho: «las que se llevan, se aguantan»… ¡y las misses no se aguantaron!
Varias concursantes, al ver la injusticia, organizaron una huelga espontánea. Sí, ¡docenas de ellas siguieron a Fátima fuera del evento! Este acto de sororidad (apoyo entre mujeres) fue un terremoto en el mundo de los concursos de belleza. En ese momento, Fátima dejó de ser solo Miss México; se convirtió en el símbolo del desafío y del liderazgo femenino.
Y es que definitivamente, juntas somos dinamita. El apoyo es fundamental, y ojo, no solo aplica en certámenes de belleza. Esto aplica para todas las etapas de tu vida. Esto nos movió, y nos hizó entender que cuando una mujer alza la voz, no hay nada que la arruine ni desplome.

Empoderamiento Femenino
El escándalo se enciende: jueces renuncian y los mitos vuelan
Obviamente, después de este zafarrancho, la organización quedó patas arriba. El caos se hizo tan evidente que una semana después, dos de los jueces renunciaron. ¿La razón? Acusaron abiertamente a los organizadores de querer manipular toda la competición. ¡Imagínate!
Mientras en México las redes sociales estallaban de orgullo y celebración por el regreso de Fátima a la competencia (y su posterior triunfo), en internet no faltó el que pensó mal. Empezaron a circular rumores de que la corona pudo haber sido una «compensación» por el insulto público y el escándalo internacional.
No te quedes solo con los rumores o taaaan dañino qué dirán. A menudo, la gente juzgará sin motivo alguno detrás del éxito y de la luz de las personas. Pasó con nuestra Reina, y también nos puedes pasar a nosotras. ¿Qué debemos aprender de Fátima?, que ante toda adversidad, debemos demostrar coraje, entereza y la empatía con las demás personas, (aunque no lo merezcan).

Concursos de Belleza, ¡ganó México!
La verdadera corona: dignidad y empoderamiento femenino
Al final del día, Miss México, Fátima Bosch, se coronó Miss Universo 2025. Pero esta vez, la corona tiene un peso diferente. No solo representa la belleza exterior, sino la fuerza inquebrantable de una mujer que se negó a ser maltratada.
Este triunfo es un recordatorio didáctico para todas nosotras: la belleza es poderosa, pero la dignidad es invencible. Fátima no ganó por ser la más alta o la mejor vestida, ganó porque demostró ser la más valiente y la que inspiró a la mayor sororidad en el concurso. Se convirtió en un estandarte de que las mujeres ya no estamos dispuestas a quedarnos calladas ante el abuso de poder o la falta de respeto.
Así que la próxima vez que alguien te llame «tonta» o intente minimizarte, recuerda la imagen de Miss México saliendo de ese evento con la frente en alto y a sus amigas siguiéndola. ¡Échale coco y actitud! Tú también tienes el poder de ser una reina en tu propia vida, defendiendo tu espacio y apoyando a las mujeres que te rodean.
Felicidades querida Fátima por regalarnos este ejemplo de reina. Claramente, el poder fememina está volcando un giro increíble, y no solo en pasarelas sino en la vida diaria. ¡Amamos este revuelo, y que la corona la llena una mexicana!

Felicidades Fatima Bosch
Fotos de @fatimaboschfdz en Instagram
Mira este post: ¡Nueva Miss Universo! ¿Quién se llevó la corona?
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