Frotarse los ojos con frecuencia puede irritarlos y aumentar el riesgo de infecciones. Además, puede causar daño a la córnea o aumentar la presión ocular, especialmente en personas con condiciones como el glaucoma. Es mejor evitar frotarse los ojos y, si hay molestias, consultar a un profesional de la salud ocular.

¿Qué pasa si te frotas mucho los ojos?

También se puede transferir gérmenes de las manos a los ojos, aumentando el riesgo de infecciones oculares. Si sientes picazón o molestias en los ojos, es recomendable lavar las manos y usar lágrimas artificiales para aliviar la sequedad.

Adicional a esto, la piel en la parte externa de los párpados puede irritarse, produciendo una sensación de picazón o ardor. Además, el roce constante puede raspar la piel, lo que puede resultar en hinchazón, sangrado y/o ampollas. Por eso, se recomienda evitar frotar los ojos, ya que puede causar más problemas de los que soluciona.

En un estudio publicado en la revista Nature Medicine, los investigadores encontraron que el roce repetitivo de los párpados puede provocar una inflamación severa y resultar en una condición llamada «keratoconus», en la que el córnea se deforma, haciendo que la visión se vuelva borrosa.

Si t frotas mucho los ojos, esto es lo que te puede pasar. Foto lil artsy Pexels

Si t frotas mucho los ojos, esto es lo que te puede pasar. Foto lil artsy Pexels

¿Te frotas los ojos a menudo? Evítalo de esta forma 

Si tiene la tendencia a frotarse los ojos, aquí hay algunos consejos para evitarlo:

  • Mire hacia arriba y haga círculos con los ojos para relajar los músculos.
  • Concéntrate y toma unas profundas respiraciones, y enfoque la atención en la respiración.
  • Toma una pausa y trata de relajarte y desestresarte.
  • Reduce la exposición a estímulos visuales excesivos, como pantallas azules.
  • Prueba un paño húmedo o humectante de ojos para aliviar la sensación de sequedad.
  • Evita rascarse los ojos, aunque se sientan incómodos.
  • Usa gafas o lentes de contacto con el grado adecuado.

Un estudio publicado en la revista Ophthalmology mostró que el roce repetitivo de los ojos es una de las principales causas de la párpaditis cicatricial, una enfermedad inflamatoria en la piel del párpado que puede desembocar en deformidades de la piel y disminuir la visión.



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