¿Cómo revivir el gusto por la lectura en familia?

Por: Maribel Rufino, coordinadora de Formación de IBBY México

Cuando contamos cuentos, historias, leyendas o anécdotas le damos a nuestras hijas e hijos, palabras. Palabras cargadas de ritmo, emociones e imágenes que más tarde ellos recordarán así como se las hemos contado. Y no sólo eso, también las recordarán cuando se adentren en la exploración de sus primeros textos. Mira cómo provocarles el gusto por la lectura.

Empieza con anécdotas familiares

Tal como lo hicieron nuestras abuelas y abuelos, podríamos empezar contando historias en familia cuando realizamos tareas cotidianas como secando los trastos, doblando la ropa, ordenando los cuadernos, en fin. Contar ha sido la actividad fundamental del ser humano desde que tenemos memoria y la hemos realizado desde que descubrimos el lenguaje.

Esos estantes en los libreros con infinidad aventuras por leer: ¡los esperan!

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3 tips para fomentar el gusto por la lectura… y aumentar la riqueza de vocabulario

Así que para iniciar a nuestra familia en el camino lector y encuentro con las palabras, a continaución te damos algunas recomendaciones para que este camino se te haga más fácil y sobre todo, muy divertido:

  • Cuéntales (mal) una historia.
    Cambia deliberadamente un nombre, lugar o acción. Tus hijos tratarán de corregirte, porque ya conocen la historia pero tú, solo debes insistir en el error, y reírte para que ellos vean que se trata de un juego. De esta forma empezaremos a jugar con las palabras, con sus sonidos y sus significados. Así les ayudaremos a apropiarse de ellas para usarlas y leerlas libremente.
  • Canta con ellos.
    Cantar canciones de cuna, versos, rimas ayudará a tus hijos a encontrar el ritmo y la pronunciación correcta de las palabras para cuando se tengan que enfrentar a ellas. Leer no es fácil, pero lo lograrán si con ellos hay una gran reserva de palabras, que juntos descubrieron.
  • Lee con ellos.
    Encuentra un momento dentro de tus ocupaciones para leer con tus pequeños, puede ser un libro breve o un fragmento que hayas leído previamente. Tener estos pequeños momentos les ayudará a vincular las palabras que les has contado, las que juntos han cantado con las que se encuentran escritas. Podrán así, relacionar las palabras habladas y cantadas, con las que se encuentran escritas.
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Ahora ya tenemos un punto de dónde partir. Ten paciencia, recuerda que Roma no se hizo en un día, y la constancia hará que tus hijos se vayan apropiando de las palabras. Un día estarás muy cansada para seguir, no desistas. Pide ayuda a los abuelos, tíos, primos.

Todos pueden colaborar para crear momentos donde la literatura sea una actividad divertida y lúdica.

Por: Maribel Rufino, coordinadora de Formación de IBBY México, asociación civil mexicana que desde hace más de cuatro décadas impulsa la formación de comunidades de lectores.

Editado por Tania Lara para kena.com

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