En la actualidad, el home office (trabajo en casa) es una modalidad deseada por muchos empleados y, aunque no es nueva en otros países, en México aún no se regulariza. Sólo un mínimo de la población goza de esta forma de laborar, la mayoría son freelancers (trabajadores independientes) o emprendedores, pues pocas son las empresas que lo ofrecen.

Sin embargo, según mi experiencia (siete años), el home office al igual que cualquier empleo dentro de una compañía, tiene sus pros y sus contras. Veamos.

Cuando me preguntan en dónde están mis oficinas y les respondo que trabajo en casa, la mayoría de las veces, me contestan: “Ha de ser increíble ser dueña de tu tiempo”. Esta es, sin duda, la mayor ventaja que encuentro, tener la oportunidad de organizar mis días de tal manera que pueda cumplir con todos mis roles, incluyendo un espacio para mí misma.

  • “¡Jaz, suena maravilloso! Todo el día estás en casa, le dedicas tiempo a tu hija y esposo y, además, te da tiempo de apapacharte. Yo salgo muy temprano y llego muy tarde a casa, tengo que lidiar con el tráfico, con mis compañeros y jefe, casi no veo a mis hijos y tiempo para mí, ¿qué es eso?”

¡Paren su carro! Suena fácil, pero no lo es. Trabajar en casa, igual que en una empresa, tiene su grado de complejidad. Se requiere, a mi parecer, el doble de disciplina porque “estás, pero no estás”.

  • “No entiendo”.

Imaginen un día normal trabajando en casa. Encienden el televisor para ver las noticias mientras desayunan, luego comienzan a cambiar los canales y encuentran una película o serie y se quedan en el sillón; “nada más que acabe y me pongo a trabajar”, piensan. Cuando se dan cuenta ya son las once de la mañana, siguen en pijama y no han hecho nada, en eso suena el teléfono y es su mamá, quiere platicar porque asume que como están en casa, tienen tiempo; hablan con ella mientras se cambian. Les da el medio día y apenas se van a sentar a trabajar, pero tocan el timbre y tienen que atender. Ya se les vino el tiempo encima y deben recoger a los hijos de la escuela, darles de comer y hacer la tarea. Así se les van presentando diferentes distractores en el transcurso de su jornada y, al final del día, se dan cuenta que hicieron la mitad de los pendientes que tenían.

Mucha gente me comenta que les deprime estar todo el día en pijama, o que necesitan salir de casa para realmente concentrarse en el trabajo. De ahí la proliferación de co-workings, espacios donde las personas encuentran “su oficina”.

Secretos para un buen home office

Para que el home office sea exitoso es necesario establecer horarios para todo, desde la hora de levantarse, comer y acostarse, el horario de la jornada laboral, el espacio para la tarea con los niños, hasta el tiempo para hacer la casa. Asimismo, poner límites para evitar todos los distractores posibles.

En lo personal, trabajar en casa me ha dado la oportunidad de ser más productiva y equilibrar mis responsabilidades laborales, familiares y personales. Aprendí a empezar el día muy temprano para que cuando recoja a mi hija de la escuela, esté libre para comer juntas, llevarla a sus actividades, hacer la tarea y acostarla a dormir. Esto implica escombrar la casa, desayunar, hacer ejercicio, arreglarme y trabajar, todo antes de las dos de la tarde. Sé puede, con las características que ya mencioné y, agrego otras dos, definir prioridades y hacer rentable cada momento del día.

El home office es toda una cultura laboral que, bien ejecutada, mejora el rendimiento laboral y la calidad de vida, pues representa un ahorro económico y de tiempo, ofrece la bondad de pasar más tiempo con la familia y vivir menos estresado. Por otro lado, favorece el cuidado del medio ambiente al evitar el uso del auto u otro tipo de transportes contaminantes.

La buena noticia es que casi es una realidad en nuestro país, el Senado aprobó, apenas el 19 de junio de este año, el dictamen que reforma la Ley Federal del Trabajo, para regular el Teletrabajo:

«La forma de organización laboral que consiste en el desempeño de actividades remuneradas, sin requerirse la presencia física del trabajador en un sitio específico de trabajo y utilizando como soporte las tecnologías de la información y la comunicación para el contacto entre el trabajador y empleador”.

El Senado ya envió el dictamen a la Cámara de Diputados, en donde se analizará y posteriormente se votará. ¿Cómo les cae esta noticia?

Sin duda, el home office es una realidad en el campo laboral, y aunque no necesariamente es para todos, representa una excelente alternativa para una gran cantidad de profesionales en distintas áreas, todo es cuestión de organizarse y tomar decisiones. ¿Les gustaría trabajar así?


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: