La flor de calabaza o flor de auyama, es altamente consumida en México, gracias a sus propiedades medicinales. Pero, además, es considerada como un alimento en muchas culturas del mundo, ¿la razón? Es rica en nutrientes y es fuente de calcio, fósforo y ácido fólico.

Incluirla en la alimentación o como un remedio natural aporta grandes beneficios a la salud en general, te los contamos.

Crema flor de calabaza

Propiedades de la flor de calabaza

Además de las vitaminas y nutrientes antes señalados, la flor de calabaza también contiene vitaminas A, C, B1, B2, B3 y B9, riboflavina, niacina, flavonoides y minerales como hierro, magnesio y potasio.

Provee pocas calorías, por lo que se considera una buena opción para incluir en los platos con guisos. Casi el 90% de su contenido es agua, y no contiene grasas saturadas.

Beneficios

Incluir la flor de calabaza como un ingrediente más en las preparaciones de sopas, guisos, ensaladas, entre otros platos, puede beneficiarte:

  • Su consumo es altamente saciante.
  • Es antioxidante.
  • Dilata los vasos sanguíneos, contribuye a una adecuada presión arterial y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Favorece el desarrollo del feto en gestación.
  • Mantiene la hemoglobina estable, evitando la anemia.
  • Controla el proceso digestivo.
  • Refuerza el sistema inmunológico.
  • Previene la osteoporosis.
  • Combate el colesterol malo en la sangre.
  • Es anticancerígeno, pues aumenta la formación de enzimas reparadoras y anticancerosas. Incluso, ayuda a bloquear el desarrollo de células.
  • Ayuda a limpiar las toxinas en la sangre.
  • Minimiza los signos de envejecimiento del organismo.
  • Evita el sobrepeso.
  • Cuida la salud de los ojos, evitando el desarrollo de cataratas, la degeneración macular asociada con la edad, y la retinopatía diabética.
  • Contribuye a reducir los síntomas y la duración de la gripe el refriado común.
  • Permite lucir una piel más saludable.

¿Cómo consumirla?

Se pueden preparar diferentes platos o incluso comerse crudas en ensaladas, o freírlas. Sin embargo, fritas no es muy recomendable porque aumentan las grasas y con ello el colesterol malo.

También se puede elaborar una infusión y así aprovechar al máximo sus propiedades medicinales. ¿Cómo hacerlo?

Lava muy bien entre tres y cuatro las flores, y retírales las espinas que la envuelven, coloca a hervir un litro de agua y cuando llegue a ebullición agrega las flores. Baja el fuego al mínimo y deja cocinar por 5 minutos más.

Apaga la cocina y deja reposar el té por 10 minutos, cuela, agrega miel al gusto y luego bebe.


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