Estar en la dulce espera de tu bebé es una de las etapas más bonitas y alucinantes que pasarás en tu vida, pero no sólo está llena de emoción, planes e ilusiones, también trae consigo una carga importante de preocupaciones y estrés.

Por: Catherina Fantini – Directora Galaxia BB

Recuerdo que cuando yo estaba embarazada sentía que entraba a un mundo totalmente desconocido para mí y, por momentos, me sentía abrumada por tanta información, tantas cosas por arreglar antes de la llegada de mi bebé… ¡Uf! Era realmente agotador y estresante. Por fortuna, una amiga mía me dio uno de los apoyos más sinceros: Ella ya era madre y me preparó lo mejor que pudo desde su experiencia. Esto me permitió tomar mejores decisiones y, de paso, ahorrarme dinero, productos inservibles y muchas molestias.

Por eso, quiero compartir contigo mi lista de esas cosas esenciales que debes considerar antes de la llegada de tu bebé. Espero que te sea útil.

LISTA DE ORGANIZACIÓN PREVIA AL PARTO

Salud

Ginecólogo. Seguramente, a estas alturas ya tienes un médico apoyándote en tu embarazo. Te recomiendo que todas tus angustias respecto al parto o al desarrollo de tu embarazo las platiques con tu médico; me encantaría decirte que encontrarás apoyo al 100%, pero la experiencia dicta que muchos ginecólogos no son sensibles a lo que sus pacientes necesitan, aun así anímate a preguntar todas tus dudas, platicarle cómo esperas que sea el parto, comenta algún síntoma que hayas tenido por mínimo que parezca, cuál será el plan B si algo se complica en el momento, etc. Lo más importante es que en ningún momento te sientas fuera de control de tu cuerpo y de tu embarazo. No tengas miedo. Si tu pareja te apoya es mucho mejor.

Neonatólogo/Pediatra. Este es, sin duda, el médico más importante que tendrás en la vida de tu bebé, así que si buscarás uno particular te recomiendo seleccionarlo con tiempo y con cuidado. Solicita una entrevista con varios médicos y hazles preguntas, analiza cómo te hace sentir y si te da confianza. Algunas preguntas básicas son:

  • ¿Además de su consulta privada, trabaja en algún hospital? (Esto te garantiza que el médico está actualizado en su área)
  • ¿Qué opina de la lactancia? ¿A favor o en contra? ¿Por qué?
  • ¿Cuál es su formación médica? ¿Cuánto tiempo tiene en su práctica?
  • ¿Recibe llamadas de emergencia? ¿Se le puede contactar sin cita?
  • ¿Cuál es su protocolo de medicación? (Algunos médicos recetan casi de inmediato antibióticos o medicamentos muy fuertes, trata de averiguar si evalúa primero la situación o si es más agresivo en su forma de recetar. Si para ti es importante, pregunta si es alópata, naturista, homeópata o si las combina)
  • ¿Puede recibir a mi bebé en el hospital de mi elección?
  • ¿Cuántas visitas hará al hospital mientras mi bebé es dado de alta?
  • ¿Acepta seguro médico? (Si no acepta tu seguro médico, pregúntale si podría afiliarse a la compañía de tu seguro)
  • ¿Cuál es el costo de su consulta? ¿Qué métodos de pago acepta?

 

Seguro Médico. Revisa detenidamente qué gastos cubre tu seguro médico. La realidad es que todos esperamos que tu parto sea rápido y sin complicaciones, pero asegúrate qué cubre en caso de alguna complicación. Tal vez tu bebé deba permanecer algunos días más en el hospital e incluso tú misma debas permanecer más tiempo en observación. Es mejor que estés prevenida y que no sea sorpresivo.

Maleta para el hospital: ¿Lista para ir al hospital? Prepara tu maleta con anticipación. No te confíes. Empaca tu pijama (si amamantarás, elige una que puedas abrir sin tenértela que quitar, unas pantuflas, una bata, un brillito labial (créeme… te levanta el ánimo), toda tu documentación personal y del seguro médico, cepillo o peine, diadema o ligas para el pelo, desodorante, crema, cepillo y pasta dental, dos mudas para tu bebé (una más pequeña y una más grande, nunca se sabe) incluido un gorrito, la cobija de tu bebé. Tu pareja puede llevar su propia maletita o bien, incluir en la tuya una muda de ropa y su pijama.

Dieta

Muchas personas consideran que en el embarazo una mujer come por dos y que, por esa razón, está permitido comer cualquier antojo incluidas las garnachas o porciones excesivas. Ten cuidado con esta trampa. Durante tu embarazo y en el post-parto, te recomiendo que te alimentes de manera balanceada y suficiente; por supuesto que puedes darte tus antojos, pero no caigas en el exceso. Cuando pienses en atiborrarte de alimentos chatarra, piensa qué valor nutricional tiene eso para tu bebé. Todo lo que tú comas alimenta tu cuerpo que, a su vez, alimenta a tu bebé.

Si decides amamantar a tu bebé, considera que te dará mucha más hambre que en el embarazo (¡Es real!). La lactancia no sólo alimenta y protege a tu bebé, tiene otra gran ventaja porque te ayuda a deshacerte de los kilos extra que hayas ganado en tu embarazo, sin dejar de comer.

Ejercicio

Hacer ejercicio durante tu embarazo es de mucha utilidad, no solo para cuidar tu peso, sino para tu trabajo de parto y en tu recuperación posterior, pues trabajas tu abdomen y las paredes vaginales, además de la respiración. Eso sí… No exageres. El ejercicio debe ser moderado y suave como yoga prenatal, por ejemplo. Consulta con tu ginecólogo sobre todo si tu embarazo es de alto riesgo. Una vez que tu bebé nazca, espera que tu médico te dé de alta antes de volver al ejercicio, sobre todo si te hicieron cesárea.

Pareja

  • Pase lo que pase, no descuides a tu pareja y tenle mucha paciencia. Tal vez no esté lidiando con las molestias del embarazo (físicas y hormonales) pero también está viviendo un proceso de cambio. Es un tiempo en que la comunicación debe ser mucho más continua y sincera para que lo vean como un trabajo en equipo de aquí en adelante.
  • Muchas mujeres repelen a su pareja durante el embarazo, a veces por cosas tan simples como el olor de su loción; si es algo que tu pareja puede evitar, explícale con amabilidad que ese olor te da náuseas y que trate de no usarlo mientras dure el embarazo, por ejemplo.
  • Mantén el romanticismo en tu relación. Cierto, se convertirán en padres y eso es muy emocionante y demanda mucha atención, pero no olvides por qué elegiste a tu pareja. (Obvio esto aplica para ambos)
  • Decidan juntos si aceptarán visitas en el hospital o si prefieren esperar a estar en casa. Es mejor que estén de acuerdo desde antes para que puedan avisar a familia y amigos.
  • Tener listo el cuarto de tu bebé es un estrés común entre las parejas, pero no tiene por qué ser así. Tomen decisiones de decoración juntos. Piensa que ahí pasarán mucho tiempo, trata de no tener tantos muebles y de que los colores de las paredes sean suaves. Basta con su cuna, una cómoda, un cambiador y una mecedora o silla cómoda. Platiquen también si desean hacer colecho o no (en lo personal, lo recomiendo mucho pero es una decisión muy íntima).
  • Seguro que se me van muchas cosas más por decirte pero el espacio es limitado. Lo más importante es que trates de no comprar en exceso, pues hasta que tengas a tu bebé en brazos, sabrás con certeza qué te hace falta adquirir; esto evitará que te llenes de objetos inútiles.

Mi último consejo es que te concentres en disfrutar el milagro de tu embarazo.

Asómbrate y dale gracias a tu cuerpo por las maravillas que hace por ti y por tu bebé. Cuando se acerque el momento de tu parto y de conocer a tu bebé, puedes canalizar tus emociones escribiendo una nota de agradecimiento para tu cuerpo, una para tu pareja y una carta de bienvenida para tu bebé.

¡Felicidades y bienvenida a la maternidad!

 


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