Las fragancias tienen un poder mágico. Los aromas son utilizados en la industria cosmética y en la medicina. Algunos olores pueden llegar a marcarnos de por vida ¿Sabías eso?

Perfumarnos forma parte de nuestra rutina de belleza ya sea para oler bien, elevar nuestro ánimo o hasta para atraer a esa persona que tanto nos gusta. Las fragancias se han convertido en un elemento indispensable en nuestro tocador.

En la industria cosmética los aromas son primordiales para la elaboración de diversos productos, y en la medicina algunos olores son considerados terapéuticos.

La historia de los perfumes se remonta a la edad de piedra, cuando los hombres quemaban maderas aromáticas para ofrendar el humo a sus divinidades.

Los egipcios utilizaban los aromas para la momificación y los ritos funerarios, mientras que los griegos perfumaban con aceites las estatuas de sus dioses, así como los cuerpos de los atletas y de las mujeres.

Más adelante en Roma se creó el primer gremio de perfumistas, llamado “ungüentarii”, que componía perfumes en tres formatos:

  1. Sólido. Con un solo ingrediente.
  2. Líquido. A base de flores y especias.
  3. En polvo. Resultado de triturar y pulverizar pétalos que aromatizaban con especias.

Finalmente, es en Francia donde se instalan las grandes empresas de perfumes convirtiéndose en la meca de los aromas.

Los perfumes se suelen agrupar en familias olfativas basadas en los aromas más predominantes.

  • Floral. Aquellas esencias en las que su elaboración está compuesta por flores como la rosa y el jazmín, que son las más utilizadas.
  • Frutal. Su composición se basa en la mezcla de frutas como mango, higo, melocotón y otras.
  • Verde. Asociada a plantas como pino, hierba, petitgrain, menta y lirio del valle.
  • Aromático. Su elaboración está centrada en el uso de hierbas aromáticas como lavanda, geranio, albahaca, comino, romero y salvia.
  • Fougére. Compuesto por dos ingredientes: lavanda y musgo de roble.
  • Cítricos. Su creación se basa en el uso del limón, la naranja, la bergamota, el pomelo y la mandarina.
  • Chipre. Su concentración es una mezcla de musgo de roble, bergamota, patchouli y láudano.
  • Amaderado. Sus componentes principales son sándalo, cedro, oud, patchouli y vetiver.
  • Oriental. Contienen ingredientes como vainilla y haba tonka.
  • Musk. Sus ingredientes principales son las variedades del almizcle, complementadas por notas florales de rosa, jazmín, ylang-ylang y lirio.

Las fragancias no solamente son utilizadas para la cosmética, su aplicación también tiene fines medicinales, como la aromaterapia, que implementa el olor de los aceites esenciales extraídos de plantas para el tratamiento preventivo, de alivio o curativo de algunas enfermedades.

Desde el punto de vista psicológico lo aromas pueden llevarnos a recordar momentos importantes de nuestra vida, lo que se le conoce como memoria olfativa. Un ejemplo de esto son los bebés, que reconocen a su madre a través del sentido del olfato.

Elige un perfume según tu personalidad. Usa aromas que te identifiquen y dejen una huella en las personas que te conocen. El mercado es amplio y seguro encontrarás el indicado para ti.

Es recomendables aplicar el perfume en zonas estratégicas:

  • En la parte interior de las muñecas.
  • En la base de la garganta.
  • Tras el lóbulo de las orejas.
  • Detrás de las rodillas.
  • En el lado interno de los codos.


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: