Hace algunos años el mundo de la moda se sorprendió, cuando Sarah Jessica Parker -Carrie Bradshaw de Sex and The City– admitió que el uso continuo de los tacones, a veces despiadado -dieciocho horas diarias, durante diez años-, causó deformidades irreparables a sus pies. “Tus pies hacen cosas que no deberían. Han creado un hueso que no debería estar ahí” le dijo su médico. Ella reconoció que, a pesar de que en ciertas ocasiones la incomodaban fuertes dolores, nunca hizo caso y continuó forzándose.

Siempre fiel a sus Manolo Blahnik, ella sabe atestiguar la verdad: “Creo que la moraleja de toda esta historia es que, tarde o temprano, llega un momento en la vida en la que tienes que dosificar algunas de tus aficiones. Mis pies han estado siempre conmigo en un sinfín de grandes ocasiones, y creo que ya es hora de dejarlos descansar. Solo falta que me digan: ‘¿Sabes qué? Estamos exhaustos de tanto ajetreo. ¿Puedes parar de una vez y utilizar zapatos más cómodos?”.

Pero no queremos llegar al mismo extremo que Parker, por lo que te consolaremos diciéndote que sí es posible evitar daños permanentes. Solo tienes que ser consciente de las capacidades de tu cuerpo para descubrir la frecuencia con la que puedes vestirlos. Aprende cuáles son las ocasiones en que precisas su uso, y algunos trucos para llevarlos sin tanto dolor.

Ahora bien, en respuesta a la desproporción en la pisada -lee los detalles en nuestra editorial impresa-, y de la mano con una postura más estilizada para la figura, se desatarán ocho males reconocidos, seguramente estás al tanto mínimo de dos:

 

  1. Dedos martillo.
  2. Halux rigidus.
  3. Metatarsalgia.
  4. Lesiones de tendones.
  5. Lesiones de rodillas.
  6. Lesiones de espalda.
  7. Dolor muscular.

 

Una pequeña solución: Tacón bloque

En inglés: Block heels, es la nueva tendencia en moda, desde que Valentino lanzó sus famosos tacones midi en sus últimas colecciones. Son perfectos para darle descanso a tu pie, y por fin la moda nos presenta un respiro para los high heels de esta década.

La esencia de este nuevo estilo, con reminiscencia a los años cincuenta, es que no debe superar los cuatro centímetros y debe ser del grosor del talón. Su corta altura equilibra el peso que recae sobre el pie, para que sea igual en el calcáneo y el metatarso. Todo un guante en calzado.

 

Aprende cómo reducir los 7 males, conociendo 7 formas de contrarrestarlos.

 

Artículo completo en nuestra editorial de abril, pags 56-57.

 

 


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