
Las lesiones cutáneas relacionadas con adhesivos médicos, por sus siglas en inglés (Medical Adhesive-Related Skin Injury), afectan en promedio a 38% de los pacientes hospitalizados, según un estudio de la Universidad Panamericana. Aun así, se trata de un problema poco visibilizado en la atención médica.
Lesiones cutáneas que afectan hasta al 38% de pacientes hospitalizados y de las que poco se habla
Las MARSI ocurren cuando los adhesivos de apósitos, vendajes o dispositivos médicos dañan la piel, provocando desgarros, ampollas, maceración o irritaciones y dolor, afectando principalmente a los grupos más vulnerables como lo son los adultos mayores, neonatos (recién nacidos) y pacientes con condiciones médicas complejas.
Con el fin de minimizar el impacto de las MARSI, Leukoplast, marca líder en el cuidado de heridas, ha desarrollado soluciones innovadoras para garantizar un tratamiento seguro y eficaz. A través de su campaña «Cuidando cada vida, cada historia», busca crear conciencia acerca de la importancia de una atención equitativa y de calidad, asegurando que cada paciente tenga acceso a la mejor protección para su piel.
En estudios recientes, 88% de los pacientes ha reportado una retirada indolora al utilizar adhesivos de silicona, en comparación con los adhesivos tradicionales. Por ello, la iniciativa no solo busca generar conciencia sobre el impacto de las lesiones cutáneas relacionadas con adhesivos médicos (MARSI), sino también promover el uso de apósitos adecuados y estrategias de prevención que eviten complicaciones innecesarias, como el retraso en la cicatrización de las heridas.
«El desconocimiento sobre MARSI hace que muchas de estas lesiones no sean identificadas y tratadas correctamente, lo que prolonga el malestar del paciente y complica su recuperación. La piel es una barrera fundamental de protección y su cuidado debe ser una prioridad en el tratamiento de heridas. Utilizar adhesivos adecuados y capacitar a los profesionales de la salud en su correcta aplicación y remoción es clave para prevenir estas lesiones evitables», menciona Priscila Cantú, Clinical Lead Essity, Health & Medical México.
Antes de aplicar cualquier adhesivo
Para reducir la incidencia de MARSI y mejorar la calidad de vida de los pacientes, es fundamental que tanto profesionales de la salud como cuidadores y pacientes estén informados sobre las mejores prácticas en el cuidado de heridas y tomar en cuenta los siguientes factores:
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Evaluar la piel antes de aplicar cualquier adhesivo para detectar signos de fragilidad cutánea.
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Seleccionar apósitos adecuados para cada paciente priorizando adhesivos de silicona para pieles sensibles.
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Aplicar y remover con técnicas correctas y evitar el uso excesivo de adhesivos agresivos.
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Mantener la piel hidratada y protegida con barreras cutáneas cuando sea necesario.
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Capacitar a profesionales de la salud y cuidadores en estrategias de prevención y selección de productos adecuados.
Un apósito adecuado puede acelerar la curación de las heridas hasta en un 40%, esto, teniendo en cuenta que actualmente más del 60% de las personas no usa apósitos adecuados lo cual afecta gravemente su calidad de vida.
«Educar a los profesionales de la salud y cuidadores es esencial para la prevención de MARSI. La piel de cada paciente es única y seleccionar el apósito adecuado puede marcar la diferencia en su recuperación. La formación continua y el acceso a productos innovadores nos permiten avanzar hacia una mejor atención. Además, sabemos que cada herida es distinta y nuestro compromiso también está en usar productos que protejan la piel y optimicen la cicatrización, garantizando que más personas tengan acceso a una curación segura y efectiva», concluyó Priscila Cantú.
Fuente: MARSI
Lesiones cutáneas y su diagnóstico a tiempo
Las lesiones cutáneas son alteraciones en la piel que pueden variar en apariencia, tamaño, forma y causa. Estas lesiones pueden ser benignas o malignas y su identificación temprana es fundamental para un diagnóstico adecuado y un tratamiento efectivo. Entre las lesiones benignas más comunes se encuentran los lunares, los quistes, las verrugas y las dermatitis, mientras que las lesiones malignas incluyen el melanoma, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. La piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como una barrera protectora contra infecciones, radiación ultravioleta y agresiones químicas, por lo que cualquier alteración en ella merece atención.
Enfermedades sistémicas o internas
Un dato interesante es que muchas lesiones cutáneas pueden ser indicativas de enfermedades sistémicas o internas. Por ejemplo, la presencia de manchas rojas o púrpuras puede estar relacionada con trastornos hematológicos como la leucemia, mientras que las lesiones verrugosas en manos y pies podrían ser signos de infecciones virales como el virus del papiloma humano (VPH). Además, ciertos patrones en las lesiones cutáneas ayudan a diferenciar entre diferentes patologías; por ejemplo, las lesiones en forma de anillo pueden indicar infecciones micóticas o reacciones inmunológicas. La dermatoscopia es una herramienta no invasiva que ha revolucionado la evaluación clínica de estas lesiones, permitiendo distinguir entre benignas y malignas con mayor precisión.
Ojito con la prevención
Es importante destacar que la prevención juega un papel crucial en la salud cutánea. El uso de protector solar, evitar la exposición excesiva al sol y realizar autoexploraciones regulares son medidas clave para detectar cambios sospechosos a tiempo. La comunidad médica recomienda acudir a un dermatólogo ante cualquier lesión nueva, cambiante o persistente en la piel. En plataformas como kena.com, se puede encontrar información confiable y actualizada sobre diferentes tipos de lesiones cutáneas, sus características y cuándo buscar ayuda profesional. La educación sobre el cuidado de la piel y el reconocimiento temprano de anomalías contribuyen significativamente a reducir la mortalidad asociada con cánceres cutáneos y otras patologías dermatológicas.
¿Qué cosas debes tomar en cuenta?
Hay varios aspectos adicionales que pueden ser de interés en relación con las lesiones cutáneas. Por ejemplo, la historia clínica y el contexto del paciente son fundamentales para determinar la relevancia de una lesión. Factores como la edad, antecedentes familiares, exposición a agentes irritantes o carcinógenos, y hábitos como fumar o consumo excesivo de alcohol influyen en el riesgo de desarrollar lesiones malignas o benignas. Además, algunas lesiones cutáneas tienen un curso evolutivo característico; por ejemplo, los lunares que cambian de tamaño, forma o color deben ser evaluados con mayor atención, ya que podrían indicar melanoma.
Otra área interesante es el papel de las tecnologías emergentes en dermatología. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático están siendo cada vez más utilizados para analizar imágenes de lesiones cutáneas y ayudar en el diagnóstico precoz del cáncer de piel. Estas herramientas complementan la experiencia clínica y pueden mejorar la precisión en la detección temprana, lo cual es crucial para un pronóstico favorable. Asimismo, los tratamientos para lesiones benignas y malignas han avanzado considerablemente; desde terapias tópicas y láser hasta cirugías mínimamente invasivas y terapias inmunomoduladoras.
Finalmente, cabe destacar que la investigación continúa revelando nuevas lesiones y patrones clínicos relacionados con enfermedades emergentes o reemergentes. La educación continua y el acceso a información confiable en plataformas como kena.com permiten tanto a profesionales como a pacientes estar al día con los avances en dermatología. La prevención, el diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son las claves para mantener una piel saludable y reducir las complicaciones asociadas a las lesiones cutáneas.
Fotos: Freepik
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