Parte de mi ascendencia es italiana y este corazoncito “azzurro” no puede dejar de sentir una emoción por estar en esta ciudad, disfrutar de los desfiles y la maravillosa energía que posee. Italia , que está pasando por una situación económica no tan favorable, comenzó su Semana de la Moda con un almuerzo al que asistió el Primer Ministro Renzi. El mandatario pidió a las grandes personalidades de la moda que ayudaran a Italia y a la industria de la moda, ya que para el país es de vital importancia.
Después del almuerzo; editores, compradores de tiendas importantes, e invitados VIP, se dirigieron al desfile inaugural de la Semana de la Moda de Milano: Gucci por Alessandro Michele. Esta marca resucitó luego de varios años en decadencia, la industria le atribuye este éxito a Michele, de hecho, éste se ha vuelto un mito en Italia. Digamos que su persona fue proclamada como una influencia tan grande, que actualmente es punto de referencia para tendencias e inspiración de nuevos diseñadores. Michele fue uno de los propulsores de la tendencia “Más es Más” y de la exageración en aplicaciones, decoraciones y bordados.
Su desfile fue presenciado por una audiencia muy VIP y bajo luces rosas donde había un epígrafe de Nabokov, una sobre voz de William Blake y citas célebres de Roger Callous (poeta francés) y Elias Caneti (ganador del noble a literatura). La pasarela fue muy ecléctica que consistió en: plisados, metálicos, kimonos, textiles lamé, jersey, algodón, accesorios como broches, bandanas y lentes con brillantes. Confieso que la colección fue tan abundante, que la tuve que ver varias veces para poder definir qué era lo que estaba viendo. Sin duda fue hermosa. Muchas veces tuve que separar el estilismo de las piezas para poder entenderlas.
Destaco también detalles muy especiales en su elaboración que la hacia divertida, pero no sabría por donde empezar a explicar. En términos de escritor: su colección no tuvo editor. No hubo edición, no hubo quien artísticamente curara el concepto. Fue mucho de los 70’s, Japón, Italia. Insisto, no fue mala. Solo le falta un toque editorial. Soy fan de Alessandro, siento que su visión y forma de trabajo, le da cierto respiro a un mundo donde los CEO presionan a creativos en generar temporadas que sean comerciales vs artísticas. Alessandro lo logró, solo que nos presentó demasiado. Hubiera sido visualmente más práctico de entender algo más curado, ya que sus prendas son arte y el arte se cura para ser presentado y entendido. Por cierto, como Burberry, Gucci no tuvo bloggers en su show. Algo que hay que prestarle atención, puede que en ese tema se vengan cambios (y a positivo) también.
También presentó Alberta Ferretti. La Italiana, presentó una colección muy completa y orgánica. Si la tendencia se pautó en Gucci (digamos un mundo de fantasía) esta continuó. Ferreti presentó vestidos inspirados en México y en el flamenco español. Rico en textiles (algo que caracteriza a Italia) se vieron muchos faralados y trabajos de encaje que lucieron simplemente hermosos.
Fauto Puglisi tuvo una presentación muy teatral , aquí se pudo ver una mezcla de cueros tipo pseudo-mazoquistas con faralados y camisas de cuello victoriano. Digamos que si querían hacer algo teatral, pues lo logró.
Por su parte, el diseñador Phillp Plein, anunció que e sería su última temporada en Milano y que migrará a NYC. Su tema fue «Alice in Ghetto Land”
Plein lo logró, pero no lo digo de una forma positiva. Cadenas, transparencias, tops con escotes de lado y de frente, splash de tonos metalizados en la ropa, no se vio nada elegante. De hecho pasó por vulgar, exagerado. Más un disfraz de Halloween, que un desfile de alta moda.
Terminamos con Cavalli. Peter Dundas mantuvo su inspiración basada en los años 70’s pero le faltó cierto filtro en su edición. Vimos algo tipo minimalista que se mezcla con corbatas de seda que te cubren por completa con andanas, jeans de estampados de cuero y ponchos desilachados. La combinación de textiles: tipo cuero con jean, seda con algodón y encaje, no se vio mal, pero crean una complejidad a la hora de analizar. A todo esto, había una influencia muy Navajo Americana, que de repente lucía estampados propios de tierras escandinavas con calzados tipo holandeses de suelas de madera. Repito, no fue mala, pero difícil de comprender en una idea.
En resumen, si algo tienen todos los diseñadores en común es el exceso del textil, algo muy digno de este país. Nada de lo que se vio fue feo, excepto lo extraño del concepto de Phillp Plein. Sin embargo si fue muy rico en ideas, conceptos e inspiración, y aunque no se ve mal, soy fiel creyente que cierta edición le vendría bien.
Para mi la sorpresa de la noche fue Alessandro Dell’Acqua con #21. Una colección con un concepto sólido, “Principios Anticuados en la Feminidad” fue muy solido en la estética de su colección. Una mujer delgada y fina en su porte lleva un look muy deportivo y un poco crudo, ruda sin perder esa esencia de mujer. Telas mesh, con encajes y aplicaciones como mini pompones blancos que caían a lo largo de faldas pegadas al cuerpo, la pasarela fue sublime. Para mi Dell’Acqua fue el campeón del día uno en Milano.
Les cuento que tal va el día de mañana.
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