Entre artistas y diseñadores se ha visto mucho el regreso de “sus mejores éxitos”. La retrospectiva al pasado y revivirlo al presente parece estar de moda.
La Duquesa de Sussex no lució un vestido de princesa, prefirió un vestido hecho para una mujer con una agenda enfocada en sus libertades, poderes y autonomía femenina.
Sus invitados mezclaron la iconografía de la religión católica con la sugerencia de “Sunday’s Best”, aludiendo al atuendo para asistir a punto para la iglesia.
Es la primera visita de un jefe de estado recibido por la administración de Trump y es su esposa quien se está llevando toda la atención de los medios.
El mes de la moda empieza en Nueva York, sigue en Londres y luego en Milán, pero es en París donde todo lo que hemos visto hasta el momento, toma sentido.