Y aunque tuvimos un momento triunfal con Gucci y Fendi, el resto de la moda de Milán se vio un poco… flat.
Mientras en las calles de Milán se sentían fuertes protestas antifascistas, créanlo o no, esto es algo un tanto común en Italia, más aún si hay elecciones en el horizonte. Ya que hay miedo de movimientos xenofóbicos en otro país de la Unión Europea, las pasarelas no compartían ese fervor o pasión. La tendencia conservadora que, en teoría, es para darle poderío a la mujer parece haberse apoderado de los diseñadores.
Marni presentó una colección basada en la dualidad de pantones, patrones y estampados. Era como una especie de ‘collage’ de textiles en las siluetas opulentas que caracterizan esta marca. Me pareció interesante el look número 25 de la pasarela, un maxi trench coat, hecho netamente de textiles reciclados, comprimidos en un solo tejido. ¡Estuvo increíble! Francesco Risso logró jugar entre ideas y colores, y su presentación fue basada en el reciclaje de prensa, artefactos, zapatos vintage y mantas. Un escenario interesante para una colección que no terminó de convencer.
Luego vino Missoni. Ésta sí que no la entendí; combinó tejidos y estampados escoceses con jamaiquinos, africanos e italianos, todo en uno. En el moodboard había fotos de Basquiat, Robert Mapplethrope y Lisa Bonet, por lo que la inspiración era New York en los años 70 y 80. La marca decidió empezar a celebrar su 65 aniversario, cosa que me hace pensar que, a lo mejor, esto fue una especie de retrospectiva; sin embargo, sigo un poco confundida.
Obviamente, los tejidos y las piezas son delicadas y, en singularidad, siempre destacan, pero al final no vimos nada nuevo. No vimos nada innovador. Si bien existe una correlación con los años 70 y los movimientos de liberación femenina, la silueta es una antítesis a esta revolución; entonces me sentí un poco perdida en el contexto de la pasarela.
Por otra parte, vimos a Versace por Donatella. Aunque se rumora fuertemente que la señora Donatella tiene un deseo de pasar la batuta, ella sigue firme y congruente en su estética. Impresionante cómo una casa de moda conocida por ser sexy se vio un tanto conservadora. Estoy empezando a creer que existe un mercado en Burkas, pues hasta Versace mostró este estilo de “bufandas” -protegen el cuello y cubren la cabeza- en su colección. Fue muy años 80 y 90, a diferencia de este sentimiento de los años 70 que hemos venido percibiendo. Fue un poco más ligera en actitud, más franelas, menos corsés, minifaldas tulipanes y mucho ‘branding’ Versace. La colección fue formidable. Mi favorito: el minivestido negro con correa exagerada a la cintura y todos los accesorios en oro. El look escolar, tipo ‘cluless’ a lo moderno, ¡me encantó! y, en su exageración, es ropa que puedo usar. Parece que la chaqueta elegida para el otoño será el ‘Trench Coat’ en cuero vino tinto con aplicados de oro; se ve muy interesante. Yo vestiría casi 90% de esta colección, de lo colorido a lo más neutral. Todo me fascinó y es importante que Donatella mantenga este éxito, porque Versace está viviendo un gran momento. En mayo serán parte del Comité de Organización del Met Gala y la serie ‘The Assassination of Gianni Versace’, aunque desaprobada por la familia, demuestra que la historia y la esencia de la marca se ha vuelto, más que una casa de moda, parte de un léxico cultural.
Debemos mencionar a Tod’s y la brillante idea de abrir su pasarela con cachorritos. Una marca que se enfoca y es vanguardista en el accesorio, pues abrió su pasarela con este foco de atención y de ahí cada una de las carteras que cargaron las modelos se vieron como protagonistas del desfile. Los atuendos, junto a los accesorios, tenían un sentido y todo se dio de cómo esta historia se empezó a contar, combinando una paleta de colores coherentes y siluetas interesantes como parcas, puffers, blusones opulentos y, obviamente, el ‘Trench Coat’.
Finalmente, hablemos de Tommy y la última colección de Gigi Hadid. Luego de presentar en New York, Los Ángeles y Londres, vino el turno de Milán. Esta gira mundial especula que Tommy pueda estar enfocándose en su retirada, pero honestamente no sé si es el caso. Siempre viéndose relevante, Tommy, quien comercialmente es un genio y sigue siendo una marca joven, se enfocó en una pasarela basada en carrera de autos. Esto es porque Hilfiger va a reemplazar a Hugo Boss como el sponsor principal en los uniformes de Mercedes AMG Petronas Motorsport Formula One. La colección, ya a la venta, parece ser un éxito, con el cierre de las hermanas Hadid vistiendo faldas vaporosas estampadas y tops cortos dentro de toda la colección. Fue una pasarela bastante básica y predecible acorde a este tema, tops y pantalones con estampados de banderillas de cuadros negros y blancos -tipo banderín de carrera-, y demás ideas como éstas. Al final, es una marca honesta que se mantiene firme a su mercado, no inventa mucho y se autopromueve constantemente. Tommy Hilfiger sigue importando, sigue vendiendo y sigue viviendo.
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