Es hora de suspirar igual que la abuela, con los actores de los años 50’s.

Una cinta de la era dorada que pocos recuerdan, pero te hace suspirar -pedimos disculpas por lo empalagosa-, es Sayonara. Antes habías soportado todas la películas bíblicas que la abuela siempre goza ver, protagonizadas en su mayoría por el insuperable Charlton Heston, más aún, no llega a impresionarte tanto.

Luego habrás visto obligada esta cinta protagonizada por Marlon Brando de 1957 -Sayonara-, y al final quedaste enamorada del actor. Tal vez su papel de hombre aguerrido y sensible te sedujo, pero lo que más te llamó la atención, fueron sus gestos faciales con los que interpreta el personaje, dándole ese porte de implacable y emocional que muchas llegamos a adorar. Y él no es el único, por lo que esta pequeña lista te pondrá a suspirar como lo hicieron nuestras abuelas:

Marlon Brando

El hijo pródigo de Hollywood, Brando fue ese chico malo de quien todas se enamoraban. Rebelde como solo él podría ser, su carrera tuvo muchos altibajos, pero fue de los pioneros del método Stanislavski en Broadway, New York, que luego llevó al cine para influenciar a otros grandes intérpretes como James Dean, Paul Newman, y más tarde también a Jack Nicholson, Al Pacino y Robert De Niro.

Nació el 3 de abril de 1924 en Nebraska, Estados Unidos. Tratar de resumir la vida y trayectoria de este actor es todo un trabajo, porque además de haber tenido una carrera con un extraordinario ascenso y luego declive; su vida personal también fue muy tormentosa, empezando por una madre con problemas de bipolaridad y un padre que siempre lo reprimió debido a su mal comportamiento; pasando a tres matrimonios fallidos públicamente, para terminar con un entorno familiar insoportable, después del suicidio de una de sus hijas.

Paul Newman

Si quisieran seleccionar un quarterback para los galanes de los años cincuenta, ese sería Newman, con sus perfectos rasgos helénicos, ojos claros de un celeste intenso y sonrisa rompedora, era imposible que cuanta mujer que lo viera resistiera su encanto. No hay mejor prueba de ello que al trabajar con Elizabeth Taylor no palideciera, cuando protagonizaron Cat on a Hot Tin Roof (1958). Las mujeres sentimos desprecio por el trato que le da su personaje al de Liz, pero cuando lo ves sereno y él mira directo a la cámara, vuelves a sucumbir.

Nació el 26 de enero de 1925 en Cleveland, Ohio. De joven sirvió a su país durante la segunda guerra mundial al igual que Heston, pero como radio-artillero (1943 y 1945). Al regresar se graduó en ciencias económicas y formó parte del equipo de fútbol americano de Kenyon, completó estudios de artes escénicas en Yale con una beca del ejército. La única mancha en su vida, fue la muerte por sobredosis de su hijo mayor en 1978, lo que le motivó a fundar el Centro Scott Newman en su memoria, dedicado a auxiliar y proteger personas víctimas de la droga.

Charlton Heston

La antítesis de Brynner, Heston era el favorito de Hollywood por su gallardo porte que le dio papeles memorables como Moisés, Rodrigo Díaz de Vivar, el príncipe Judá Ben-Hur, y el presidente Andrew Jackson. Setenta y cinco películas forman su haber fílmico, de las cuales nadie podrá olvidar: The Ten Commandments, Ben-Hur (1959) y The Planet of the Apes (1968 y 1973). Nació el 4 de octubre de 1923 Illinois, Estados Unidos.

A lo largo de su trayectoria fue un activista político que nunca temió a la opinión pública cuando defendía su postura. Formó parte de los partidos Republicano y Demócrata. Incluso, su participación junto a otros actores en la marcha a Washington por los derechos civiles, que se llevó a cabo el 28 de agosto de 1963, fue muy comentada. Presenció el conocido discurso de Martin Luther King, «I have a dream”. También fue el presidente de la Asociación de Actores de Cine, entre 1966 y 1971.

 

Lee el artículo completo en nuestra editorial de febrero.

 

 


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