
El método Kakebo es un sistema financiero que se originó en Japón. Consiste en llevar un registro diario de los ingresos y gastos, a través de un cuaderno, en el que anotas todas las compras, como por ejemplo: café, comida y transporte. Es una manera de monitorear el gasto, y también sirve como una motivación para ahorrar.
El método Kakebo se originó en la década de los 50 en Japón por Hani Makoto, una mujer precursora del periodismo japonés. Cuenta con la publicación del libro Un cuaderno de gastos, del autor Tatsuo Aoshima, con más de 10 millones de copias en todo el mundo.
Pasos para lograr el método Kakebo exitosamente
Anota tus ingresos mensuales
Ayuda a tener una visión clara de cuánto dinero tienes para gastar y ahorrar cada mes, así podrás planificar los gastos y los ahorros. La idea es que siempre sepas con cuánto dinero cuentas y en qué cosas lo estás gastando.
Resta los gastos fijos mensuales
Los gastos fijos mensuales son esenciales anotarlos porque son costos que siempre vas a tener, como alquiler, comida y servicios básicos. Al restarlos del ingreso mensual, ayudan a llevar mejor lo que realmente se puede gastar en otras cosas, como entretenimiento y gastos no esenciales.
Define cuánto dinero quieres ahorrar
Es una parte importante del método Kakebo, ya que contribuye a tener un objetivo claro en cuanto al dinero. Este plan de ahorro puede ser cualquier cosa, como una nueva casa, un viaje o un nuevo coche. Una meta te ayudará a tener un motivo para seguir gastando y ahorrando de manera responsable y disciplinada.
Pon el método Kakebo en marcha. Foto Katie Harp, Unplash
Dividir en cuatro categorías
Una buena práctica es dividir tus gastos en cuatro categorías:
- Gastos fijos mensuales.
- Gastos no esenciales.
- Ahorros.
- Gastos ocasionales.
1. Gastos fijos mensuales. Aquellos que se tienen todos los meses, como alquiler, servicios básicos y comida.
2. Gastos no esenciales. Incluyen cosas como ropa, entretenimiento y salidas.
3. Ahorros. Dinero que guardas para tus metas financieras a largo plazo, como una casa, un nuevo coche o un viaje.
4. Gastos ocasionales. Aquellos que no suceden con regularidad. Pueden incluir ropa, viajes, obsequios y otras cosas que no son parte de los gastos fijos mensuales. Por ejemplo, una reunión familiar especial o un evento social.
Revisa a diario tus gastos
Este paso permite asegurarte de que estás manteniendo un registro preciso de tus ingresos y egresos. Si no haces esto a diario, puedes perder la pista de dónde está yendo tu dinero y fácilmente llegar a gastar más de lo que tienes.
Revisar tus gastos a diario, también ayuda a aprender más sobre los hábitos de gastos y cómo puedes mejorar tu presupuesto.
Por ejemplo, si descubres que has gastado más dinero de lo esperado en comida en una semana, puedes analizar tus hábitos alimenticios y encontrar formas de comer más sano y gastar menos.
¿Lo empezarás a implementar ya?
Foto principal: Sasun Bughdaryan, Unplash
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