Hace días aprendí que cuando la Asamblea Nacional de Francia fue establecida, los partidos del momento, que eran dos, decidieron sentarse en bancadas donde se agrupaban según su militancia. Una bancada se sentó a la derecha y la otra a la izquierda, de ahí proviene el decir que “eres de derecha” o “de izquierda”. Les menciono el dato, porque para mí, los franceses siempre se han dado a conocer por establecer pautas, tendencias y directrices en la era moderna. Además, porque me parece un tanto irónico que tendencias políticas que han generados ideales, conflictos y rivalidades a través de nuestra historia se hayan dado de tal forma.
En fin, no solo en la política, también en la gastronomía, literatura, música y, obviamente en la moda, los franceses han influido con aportes significativos. De hecho, durante la época post-renacentista fueron los monarcas franceses los que impusieron las formas de vestir, innovando en los textiles, siluetas y técnicas de costura.
No se puede hablar de Francia sin pensar en María Antonieta, por ejemplo, la austriaca que muy ajena a los problemas del naciente proletariado francés, se convirtió en un mito de la moda. De igual manera, no podemos hablar de Francia sin pensar en Gabrielle «Coco» Chanel. Y es justo de su marca que les contaremos hoy.
Así como su fundadora, su sucesor, el «genio» Karl Lagerfeld, se ha convertido en el único diseñador y director creativo de nuestra época, que siempre está innovando con un paso por delante de los demás y esto lo demuestra, una vez más, con su última pasarela, Primavera/Verano 2017.
El Káiser de la moda, como es conocido, presentó una colección con motivo tecnológico, alusivo al Internet y la rapidez de la DATA a nivel mundial. Pareció un tanto curioso que empleara un tema tan ajeno a sus últimas dos presentaciones, las cuales fueron: la nostalgia y el romanticismo Cubano, de lo que quedó «paralizado» en el tiempo. Seguido por un tema que homenajeaba a las doñas que trabajan de forma manual y artesanal en su taller de alta costura. Ambas temáticas con el denominador «anti-moderno, anti-tecnológico», parecen un poco lejanas a sus piezas actuales, sin embargo, están muy conectadas.
Karl nos llevó a entender el pasado, prácticamente a extrañarlo, y luego de comprenderlo nos mostró el trabajo de fondo, el original, de cómo crear un atuendo para que nuestras mentes estén impregnadas del pensamiento de lo que fue y de lo que será. No solo es un genio de la moda, sino también de la psicología de las ventas.
Así como fue él quien implementó los zapatos deportivos en la alta costura, las zapatillas bajas con vestidos de noche, fue Karl quien nos presentó los botines, zapatillas y tenis perforados. Pero, no solo eso, así como «Coco» Chanel causó revuelo cuando vistió de algodones y jersey a sus clientes y les quitó el corset, optando por la comodidad y la sensualidad del cuerpo de la mujer, Lagerfeld hizo lo propio.
El escenario principal se convirtió en el «Chanel DATA Center». El interior de la computadora Chanel estaba decorado con cableado colorido, en paneles donde para empezar el show aparecieron dos modelos vestidas de robots, unas ‘stormtrooper’ muy chic o como se me ha ocurrido llamarlas: «ChanelBots». Luego, en la pasarela más moderna que ha presentado el diseñador, vimos un Chanel muy libre en el paso de sus textiles. Sin duda, la tecnología en el textil, fibras ligeras, tejidos gráciles predominaron en el andar de las modelos.
Combinó la esencia de Chanel, vestidos de tulle, de encajes y tweeds con gorras de lado, accesorios fastuosos y suntuosos. No hubo un look que no estuviera lleno de detalles, de color. La tecnología íntima, como la refirió el creativo se tradujo en una pasarela en la que la mujer moderna, la que tiene una relación con su Smartphone o tablet, viste con espontaneidad. Lagerfeld usó chiffon, telas metálicas y aplicaciones cristalinas, para hacer que las mujeres luzcan bien, elegantes y cómodas, que sean una chica Chanel.
Si la tendencia pasó del minimalismo casi depresivo, súbitamente al maximalismo, al “más es más”, Karl lo reafirmó e hizo de esta transición una estrategia emocional, visual e histórica en sus últimas tres pasarelas culminado, por ahora, con atuendos modernos y exuberantes pero no pesados, esto hace factible la renovación del closet, bueno inspirándonos en ello. El cambio generó un poco de susto por lo imprevisto, pero repito, la transición Chanel ha estado al punto.
Hoy culmina el mes de la moda y mañana les daré el resumen de cómo terminó, pero en esta oportunidad Chanel mereció toda la atención.
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