Limpiar tu ventilador de forma correcta reduce la acumulación de polvo y ácaros que pueden ser perjudiciales para las personas con alergias, asma o enfermedades respiratorias. Sigue leyendo los pasos.
Limpia de forma correcta tu ventilador
Preparación
- Apaga el ventilador y desenchúfalo del tomacorriente. Esto es crucial para evitar descargas eléctricas durante la limpieza.
- Cubre el área debajo del ventilador con una sábana o paño viejo. Esto ayudará a atrapar el polvo y la suciedad que caigan durante la limpieza.
- Reúne los materiales necesarios. Necesitarás un plumero, un paño suave, un cubo con agua tibia, jabón suave (opcional) y un cepillo de dientes viejo (opcional).
Limpieza
- Elimina el polvo superficial. Usa el plumero para eliminar el polvo acumulado en las aspas, la carcasa y la rejilla.
- Limpia las aspas. Si es posible, desmonta las aspas para limpiarlas individualmente. Puedes sumergirlas en agua tibia con jabón suave y luego frotarlas con un paño suave. Si no se pueden desmontar, utiliza un paño suave humedecido con agua tibia y jabón para limpiarlas cuidadosamente.
- Limpia la carcasa y la rejilla. Usa un paño suave humedecido con agua tibia y jabón para limpiar la carcasa y la rejilla del ventilador. Puedes usar un cepillo de dientes viejo para acceder a las áreas difíciles de alcanzar.
- Seca todas las piezas. Asegúrate de secar bien todas las piezas del ventilador con un paño seco antes de volver a ensamblarlo.
Toma en cuenta
- Si tu ventilador tiene filtros de aire, retíralos y límpialos con agua tibia y jabón. Déjalos secar completamente antes de volver a colocarlos.
- Puedes usar una aspiradora con un accesorio de cepillo para eliminar el polvo de las áreas difíciles de alcanzar.
- Para una limpieza profunda, puedes desmontar el ventilador por completo. Sin embargo, esto puede ser complicado, así que consulta el manual de instrucciones antes de hacerlo.
- Se recomienda limpiar el ventilador al menos una vez al mes para mantenerlo funcionando correctamente y evitar la acumulación de polvo y suciedad.
Foto principal: Freepik
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