Existen numerosas razones por las que abrazar un árbol es una experiencia beneficiosa tanto para tu salud física, como mental. A continuación, te presentamos algunos de los principales beneficios.
¿Por qué debes hacerlo?
- Reducción del estrés y la ansiedad. Pasar tiempo en la naturaleza y rodearse de árboles ha demostrado ser eficaz para disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Un estudio publicado en la revista «Environmental Science & Technology», encontró que las personas que caminaban por un bosque durante una hora experimentaron una reducción significativa del cortisol en comparación con aquellas que caminaban en un entorno urbano.
- Mejora del estado de ánimo y la creatividad. Te ayuda a sentirte más feliz y creativa. Un estudio realizado por la Universidad de California en Berkeley, encontró que los participantes que pasaron tiempo interactuando con árboles reportaron sentirse más felices y creativos que aquellos que no lo hicieron.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico. Los árboles emiten fitoncidas, compuestos orgánicos volátiles que tienen propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Inhalar estos fitoncidas puede ayudar a fortalecer tu sistema inmunológico y protegerte de enfermedades.
- Mejora de la atención y la concentración. Pasar tiempo en la naturaleza se ha asociado con una mejor atención y concentración. Un estudio publicado en la revista «Attention, Perception, & Psychomotor Skills» encontró que los niños que padecían de TDAH experimentaron mejoras en su atención después de pasar tiempo en un bosque.
- Conexión con la naturaleza. Abrazarlo es una manera de conectarte con la naturaleza y sentirte más parte del mundo natural. Esta conexión puede tener un impacto positivo en tu bienestar general y ayudarte a sentirte más a gusto contigo mismo y con el mundo que te rodea.
¿Cómo abrazar un árbol correctamente?
Para abrazar un árbol de manera correcta y segura, sigue estos pasos:
- Elige un árbol que te parezca grande y fuerte.
- Acércate al árbol y colócate de frente a él.
- Extiende los brazos y abraza el tronco del árbol con la mayor comodidad posible.
- Cierra los ojos y respira profundamente, inhalando y exhalando lentamente.
- Presta atención a las sensaciones de tu cuerpo y a la energía del árbol.
- Permanece en esta posición durante el tiempo que desees.
- Cuando estés lista para terminar, agradece al árbol por la experiencia.
- Si puedes, busca un árbol que esté en un lugar tranquilo y alejado del ruido y la contaminación.
- Abraza el árbol con los ojos abiertos o cerrados.
- Coloca tu frente o mejilla contra el tronco.
- Escucha los sonidos de la naturaleza mientras lo abrazas
- Repite un mantra o afirmación positiva.
Espero que esta información te haya sido útil. ¡Anímate a abrazar un árbol y descubre los beneficios que esta práctica puede tener para tu salud y bienestar!
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