La productividad está muy pero que muy sobrevalorada. No te levantas y haces todo un arsenal de actividades de manera sencilla y automática. A pesar de que los hábitos reducen tiempo, muchas veces tenemos que poner consciencia y disciplina para mantenerlos. Ahora, ¿qué pasa cuando, por alguna razón interrumpes tu día a día? Retomar la rutina después de una pausa puede parecer difícil pero, no imposible.
Existen miles de maneras para volver a la rutina y aunque, cada persona es distinta, he aquí algunos de los tips que me han servido en los últimos tiempos.
Calma tu mente
Es muy difícil realizar cualquier actividad, por más sencilla que parezca si nuestra mente está hecha un lío. Por lo general una lista de esta clase comenzaría por una lista de objetivos y tareas pero ni siquiera esto podrás lograr si primero no te focalizas. Debes descubrir una manera de silenciar tus pensamientos si cuentas con una mente ruidosa, lo vas a necesitar.
Respeta tus mañanas
No despiertes y salgas corriendo al trabajo o directo a realizar tareas pesadas. Estás despertando de un largo sueño y necesitas desperezarte con una rutina lenta. Romantiza las mañanas parta facilitar la salida de la cama. Crea una rutina de skincare, prepara desayunos bonitos mientras escuchas podcasts, etc.
¿Qué hora te sienta bien?
Nos han enseñado que las tareas pesadas deben ser a primera hora de la mañana pero, ¿qué tan cierto es? Por ejemplo, las tareas pesadas que requieren un largo tiempo de concentración no se hacen a primera hora. Suelo prestarles atención a partir de las 6 de la tarde.
A esa hora he realizado tareas domésticas, uno que otro pendiente fuera de casa y me hecho la merienda o cena. Ya no hay distracciones, la preparación de alguna comida no me interrumpe y puedo dedicarme por horas seguidas a lo que yo desee.
Las mañanas y tardes las considero muy agitadas y la quietud de la noche me ayuda a no sentir el apremio de un pendiente respirándome en la nuca.
No descuides el descanso
Todo esto está muy bien pero nunca descuides los descansos y horas de sueño. Recuerda que no eres una máquina y no quieres terminar rindiéndote a los pies de una siesta de 3 horas. Duerme bien tus horas porque el cansancio repentino nunca ayudará a crear una rutina.
Ayuna de dopamina
La dopamina instantánea más conocida es la recompensa de las redes sociales. Con sólo deslizar el dedo obtenemos otra imagen o video que es de nuestro interés. Esto hace que nos volvamos adictos a la dopamina o placer instantáneo y se nos dificulte realizar otras tareas. Redúcelo o elimínalo mientras intentes retomar la rutina y mantén esta reducción para mantenerla. Puedes sustituir ese tiempo en algún otro hobbie saludable como por ejemplo ejercicio o yoga.
Objetivos y metas
Finalmente, la famosa lista de metas y objetivos para recordarte por qué estás haciendo lo que haces y por qué deberías seguir con ello. Puedes incluso comenzar un tracker y marcar cuando hayas cumplido con las tareas o hábitos diarios.
Piensa en la mejor versión de ti
¿Quién dice que, la motivación es pasajera? Cuando sientas que no puedes o no encuentras un por qué imagínate obteniendo eso que deseas. Plantéate escenarios imaginarios que pueden ser reales en un corto periodo de tiempo si te lo propones. El pensar que puedes obtener semejante recompensa te motivará muchísimo a seguir adelante.
¿Qué te han parecido estos tips para retomar la rutina después de un tiempo?
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