Y bueno pareciera que Latinoamérica no logra gozar de un éxito sin algún tipo de inconveniente o contratiempo que manche un evento bonito. Luego del éxito del extravagante Cruise show de Louis Vuitton, en el Museo de Arte Contemporánea «Mac Niterói» en Río de Janeiro, esta mañana fue anunciado que la tienda Louis Vuitton en Ipanema /Brasil fue robada.

Según el representante de la marca los ladrones entraron alrededor de las 2 a.m. y robaron bolsos cuyo valor en conjunto se aproximan a los  140 mil dólares. Luego del asalto la policía y los militares han reforzado la seguridad de la tienda. Sin embargo esto es una gran perdida material y también digamos  moral ya que luego del show los cariocas  hacían filas para entrar a la misma y comprar en ella, por lo que esto desmoraliza en parte, el sentimiento generado por el prestigioso show.

Se han leído comentarios que califican el asalto como un karma justiciero ya que algunos críticos consideraron una falta de ética y de respeto,  generar un show tan opulento en un país en crisis. Lo mismo puede ser visto como una incitación creada por el show. Independientemente de cual sea el análisis o la motivación de lo ocurrido, en lo personal, siento una pena ajena, pues esto le da fuerza a el estigma de lo «vivo» que es el latinoamericano y mancha un evento que pudo haber sido positivo. No solo en la inversión generada si no como una inspiración de lo que un país puede lograr con orden y organización.


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