Cuando crecemos, entendemos cuán importante es la salud mental y por desconocimiento del tema, no cultivamos su bienestar desde adolescentes. Ahora toca trabajar por nuestros hijos y nietos e inculcar desde casa, la importancia de este tema. ¡La paz mental no se negocia!

Estamos en el siglo XXI y aún hay mucho tabú en cuanto a este tema. Cuando hablamos de salud mental, imaginamos el peor de los escenarios. El pensamiento más reiterativo es: «no estoy loca» o en su defecto «me puedo volver loca», entre otras tantas totalmente erradas. ¿Por qué no pensamos diferente? «Tengo este conflicto y quiero atacarlo de raíz» o  «mi hijo tiene una conducta extraña, un psicólogo puede orientarme.» entre otras miles.

Sin embargo, también es cierto, que un importante porcentaje de la población ha aceptado que, atender nuestra salud mental, ir a un psicólogo para una orientación a temprana y realizar terapias (depende del caso) es lo mejor que podemos hacer. Lo ideal, es empezar desde adolescentes y hasta más chicos, si el caso lo amerita.

¿Y en tiempos de Covid, qué pasa con nuestra salud mental?

¿La cuarentena podría tener riesgos para tu salud mental y emocional?

El mindfulness es una herramienta para mejorar la salud mental. Foto de SHVETS production en Pexels

Es importante enseñarle a nuestro adolescentes, algunas herramientas para empezar a trabajar por nuestros propios medio la salud mental. El mindfulness es el camino correcto. Foto de SHVETS production en Pexels

¡Paz mental! desde adolescentes 

Este tema es muy necesario hablarlo lo más que se pueda y, por esa razón, tuve la oportunidad de consultar con una experta en el área, Flor Wollenstein, cofundadora y Directora General de la comunidad educativa ECO Casa de Aprendizaje. Ella nos guiará nos compartirá una serie de estrategias para afianzar hábitos positivos para la salud mental en los adolescentes:

1. Prioriza la estabilidad emocional

Es importante preguntarles por sus emociones y preocupaciones es un buen punto de partida para abrir la conversación. Podemos compartir nuestras emociones y buscar maneras de sentirnos mejor como familia. En este sentido, la experta comentó: «aprovechemos para establecer vínculos más fuertes y amorosos. En la adolescencia mucho de lo que hay detrás de los actos son emociones no expresadas, es mejor preguntar por sus acciones y emociones que actuar solamente sobre el conflicto y el regaño.»

2. Fortalece la autonomía

«Es necesario crear y respetar un horario estable de lunes a viernes donde puedan trabajar en la estructura y rutina» explica Flor Wollenstein. La rutina debe ser flexible pero consistente, es decir, debe tener espacios de tiempo libre y tiempos de trabajo. De esa manera estamos dando estructura y también libertad. Este horario debe estar acordado previamente. Se recomienda poner el horario en un lugar visible, ya que un acuerdo que se pone en el cajón es un acuerdo que no funciona.

3. Procura los espacios personales

Fomentar la privacidad, así como espacios en común es necesario para el desarrollo y crecimiento de los adolescentes. En esta etapa existe una necesidad fisiológica de buscar nuevas formas de relacionarnos con personas fuera del ámbito familiar, ya que esto les permite a los adolescentes poder aprender del mundo, de cómo relacionarse con los demás, cómo establecer límites y ser parte activa de la sociedad. Mientras nosotros como papás procuremos espacios personales para los adolescentes mayores estrategias podrán aprender para conocerse mejor.

4. Procura crear canales de comunicación

Al tener una comunicación abierta y constante con los adolescentes, no solo podemos estar más al pendiente de cómo se sienten sino que también fortalecemos que ellos tengan las herramientas y la confianza de comunicarse con nosotros y con otras personas que puedan también ser parte de su red de apoyo (tíos, abuelos, amigos, entre otros). Para lograr una buena comunicación con ellos, una de las estrategias más importantes es: dialogar sin juzgarlos.

¿Qué pasa si dejamos avanzar cada conflicto interno? 

Los años pasan y los problemas no resueltos, empiezan a apoderarse de la mente. Nuestras emociones comienzan a verse afectadas y año tras año, nos vamos cargando aún aparentando estar sanas, felices y más fuertes que nunca, pero resulta que un día ¡bom! detona ese «mounstro» interno y empieza hacer la mala jugada.

A pesar de que hay patologías que son hereditarias, hay otras tantas que no, por esta razón es importante prestarle atención a todos los síntomas que no sean normales: taquicardias, insomnio, falta o exceso de apetito, pensamientos negativos o suicidas, obsesiones, mal carácter recurrente, entre otros.

Si ves conductas inadecuadas en tu pequeño, no pierdas tiempo y atiende su salud mental. ¡Los especialistas se encargarán del resto!

Solo con 5 minutitos de meditación después de hacer las tareas, se inicia un perfecto plan para aprender a cultivar paz mental. Foto de  Monstera en Pexels

Solo con 5 minutitos de meditación después de hacer las tareas, se inicia un perfecto plan para aprender a cultivar paz mental. Foto de Monstera en Pexels

Fuente: Flor Wollenstein

A pesar de los malos momentos  o las tormentas que parecen eternas sí se puede disfrutar de la paz mental. A continuación te hablo al respecto:

Buena salud mental en medio del caos, ¿se puede?


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: