Los berrinches son horribles, para todos: la mamá, el niño que lo padece, el papá, los hermanitos y, sí, la gente que está cerca y que mira aterrorizada a la criatura… a veces juzgando, a veces compadeciendo. Pero los berrinches no pasan desapercibidos.
Bien dicen que «los terribles dos» son cuando empiezan y se espera que mágicamente a los tres desaparezcan, pero… ¿es así? Muchas veces no.
Por eso hoy vamos a aprender de la mano de la terapeuta Fabiola Bazán cómo aprender a manejarlos.
¿Listas?
Empecemos definiendo qué son:
Ya teniendo esto claro, viene la parte difícil… ¿será buena idea meter a los niños o niñas en una cubeta de agua helada, como se hacía hace años? Fabiola nos comparte sus técnicas:
Es importante que tú estés en un buen lugar para manejarlos. Si no puedes en ese momento o sientes que la impotencia o la rabia te invaden, mejor aléjate (siempre asegurándote de que tu peque no esté en algún tipo de peligro o se vaya a hacer daño).
Entendemos que no siempre es fácil, a veces la frustración gana y no somos súper poderosas para estar siempre a «la altura» o ser súper zen. Eso es irreal también. Habrá veces que fantasees con la idea de aplicar la que te aplicaron a ti: «si sigues llorando va a llegar la policía del supermercado y te va a llevar». ¿Recuerdas esa?
Hay otras que estés tan cansada que les digas a tus amigas: «no tengan hijos, no los tengan, es muy difícil». Eres humana y se vale frustrarte y angustiarte.
Si ves que los berrinches ya no son ocasionales sino recurrentes y que se te van de las manos, siempre puedes pedir ayuda, asesoría o terapia, ¡no tiene nada de malo!
Te dejo el instagram y la página de FB de Fabiola Bazán, quien es una experta que sabe muy bien cómo trabajar con niñas, niños y adolescentes.
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