En México la vacunación contra el COVID-19 ha ido por rangos de edad, iniciando por las personas de 65+ y de forma descendente.  Esto me ha dado tiempo de informarme sobre las implicaciones éticas que para una persona vegana conlleva el vacunarse.

Al día de hoy que ya está cerca mi rango de edad para ser vacunada -y que yo misma no sé si lo haré-, he preguntado directa e indirectamente a varios de mis amigues que practican el veganismo si optarán por la vacuna o si no lo harán y las razones para sostener esa decisión.

¿Por cuál opción se inclinan las personas veganas?

En una encuesta anónima que realicé en dos grupos de Facebook: veganos y vegetarianos de CDMX y Veganos y vegetarianos en transición al veganismo de Morelia, y a la que respondieron personas en un rango de edad de entre los 18 a 59 años, de las cuales el 69.2 son veganas, el 23.1 vegetarianas y el 7.7 por ciento llevan la dieta basada en plantas.

De esta muestra de 13 personas, el 46.2 por ciento contestaron estar informades sobre la formulación y testeo en animales de la vacuna contra el COVID-19 y el 69.2 por ciento afirmaron habérsela puesto o estar convencides de hacerlo.

Los motivos para decidir aplicársela son muy diversos: “soy personal médico. Convivo con comorbilidades. Es lo más responsable por hacer. Era una condición laboral. Protegerme a mí y a los demás. No quiero enfermarme y tener consecuencias graves”, entre las razones más comunes y destacadas.

No obstante, algunas personas que se la aplicaron expresaron estar arrepentidas o “que si hubiera habido una opción sin pruebas en animales, se sentirían más congruentes con su postura vegana y antiespecista”.

Ingredientes y pruebas en animales

En el panel Covid -19 vaccine- What do the vegan doctors think?, organizado por el medio de noticias veganas Plan Based News, el médico dermatólogo Avi Bitterman, reveló que de acuerdo a los datos de la vacuna desarrollada por Pfizer y Moderna, ninguna de las dos contiene ingredientes de origen animal.

“No contienen escualeno, que usualmente se extrae del hígado de los tiburones. El colesterol, que sí contienen, es de origen vegetal en ambas”.

Por el lado del testeo en animales, todos los productos farmacéuticos son obligatorios de pruebas. En el caso de Pfizer, dice Bitterman, se probaron dos tipos de vacunas en un total de 106 animales: 64 ratones y 42 monos macacos. Moderna, por su parte, contó con un protocolo similar. No obstante a estos datos, el médico argumenta que al aplicarse la vacuna “no se incentiva a probar en más animales, pues ya se hizo y los datos ya están ahí”, cosa que no sucede si se opta por no aplicársela, explica:

“Si hay una cantidad significativa de personas que la evitan, se harán más pruebas farmacéuticas para cerrar esa brecha”.

¿Vacunarme o no vacunarme? Esa es la cuestión

Si bien, la experimentación en animales es uno de los dilemas mayores entre las personas veganas al momento de vacunarse o no -y los ingredientes otra-, las demás razones oscilan en el desconocimiento y “la poca información para saber si es seguro o no ponérmela” o en el “no confío en el tiempo de testeo para asegurar que es confiable”.

Al final, como muchas otras resoluciones que quienes practicamos el veganismo debemos asumir en el día a día, será definida por las condiciones y el contexto de cada une de nosotres. Lo que sí es cierto, es que esta en particular no solo repercutirá en los animales no humanos que fueron utilizados en su testeo y que son usados en su elaboración (Sputnik V, Cansino, Johnson & Johnson), sino también en los animales humanes con los que convivimos y con quienes tenemos contacto directo e indirecto en el día a día.

Mi gente vegana, lamento no poder decirles cómo resolver su dilema, porque yo misma lo vivo, sólo puedo invitarles a que se informen y escudriñen más sobre el tema para poder tomar la decisión correcta, que será aquella con la que puedan vivir…

#GoVegan


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