Este padecimiento es más común de lo que pensamos. No es nada agradable sentirse inflamada y con problemas para la digestión o al momento de evacuar. ¿Por qué pasa esto?
El síndrome del colon irritable es una patología digestiva que puede agudizarse si no se atiende a tiempo. La mayoría de la población sufre de esta patología.
Los médicos explican que “se trata de molestias abdominales con algún tipo de disfunción en la motilidad intestinal y con resultado negativo de todos los análisis realizados en el tracto digestivo, desde estudios contrastados del intestino, analítica, escáner, endoscopias, etcétera.”
Síntomas del colon irritable
- Dolores o molestias abdominales
- Diarrea o estreñimiento
- Problemas para la digestión
- Gases y flatulencias
No es un mal que perdurará en el tiempo, aparece y desaparece, dependiendo del tipo de alimentación que llevas y sí: los niveles de estrés. Es necesario que evalúes qué comida consumes y trata de evaluar cuáles de ellas podrían irritarte y generar estas molestias.
Guzmán Calderón Edson uno de los médicos expertos de Salud180 asegura que “cada paciente, a su vez, puede presentar hipersensibilidad a alimentos variados dependiendo del sujeto. Aunque se ha establecido que los principales grupos de alimentos a los que los pacientes de intestino irritable son hipersensibles son el gluten del trigo, cebada, centeno, levaduras, leche, grasas y alcohol.»
El especialista también explica que debido a la hipersensibilidad, aquellas comidas que producen gases intestinales, son también poco toleradas por los pacientes así como los cambios bruscos de dieta o hábitos.
Recomendaciones higiénico-dietéticas
Si hay cuadro de irritación colónica, y en el predominase la constipación, puede ser alimentación beneficiosa la que contenga fibras (salvado, cereales integrales, verduras crudas y cocidas, frutas frescas).
Si el cuadro es acompañado de diarreas, entonces evítense las fibras, principalmente las de frutas y verduras frescas. En todos los casos, así como es recomendable evitar los alimentos que producen gases (legumbres secas y coliflor-repollo); también evitar las bebidas gasificadas y el exceso de azúcar.
En general: Es importante el equilibrio en la dieta, entre grasas, hidratos de carbono y proteínas. Es necesario evitar el consumo de café y otras bebidas calientes cafeínicas; moderar el alcohol; comer al menos tres veces al día, hacerlo con tiempo y relajadamente; ejercitar el cuerpo de manera regular.
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