tela vazquez noya

Hay maneras de decir las cosas y muchas veces de la forma depende el resultado. En un mundo donde el «cómo» es a veces más importante que el «qué», la técnica sandwich será tu aliada para expresar una crítica constructiva. De esas que son directas y a las entrañas, pero que no destruyen sino construyen.

Imagina un sandwich tradicional, así de comercial de pan de caja o de mayonesa o de jamón. Esta técnica usa tres puntos que serán recordables por los dos panes que se usan y lo que va en medio de estos. Vamos a verla para ser asertivos a la hora de criticar y lograr un cambio sin ganarse enemigos: técnica sandwich.

sandwich y mujer
behance.net

PASO 1: panecito suave

Igual que un suave panecito de caja que es la tapa de tu sandwich, toda crítica que se precie de ser constructiva, tiene que empezar con algo positivo. Ráscale, que todo en la vida absolutamente, todo lo tiene. Cuando vayas a empezar a opinar sobre algo que no te gustó, hay que destacar en un inicio algo que sí. Tienes que ser sincera, no se trata de inventar. Por ejemplo: «Del proyecto me gusta que fue entregado puntualmente» o «que fueron entusiastas al llevarlo a cabo» o «reconozco el valor de hacer algo nuevo». Si incluso puedes nombrar más de un aspecto positivo, este es el momento.

PASO 2: la carnita

Aquí viene la mayonesa, el jamón, la lechuga, el queso, en fin… lo que sea que tenga este emparedado por dentro. Aquí viene la crítica de lo negativo. Gracias a que entraste suavemente y con respeto, el receptor estará más abierto, ya que demuestras no centrarte solamente en el lado negativo de un aspecto. Pero estando en este paso, la carnita, es el momento de dar tus argumentos, mencionar puntualmente lo que no te parece, decir lo que te desagrada o molesta y quisieras cambiar. Sé implacable y habla del tema, del aspecto, del proyecto, no de la persona. Cuida los calificativos que empleas y no seas vulgar o perderás autoridad al perder las formas. No digas, por ejemplo: «qué malos diseñadores hicieron esta revista o qué horrible esta esta porquería«. Mejor: «el diseño tiene pocos descansos en blanco, hay saturación de texto, muchos colores y tipografías muy usadas en los 90.

PASO 3: otro panecito

Aquí viene otro panecito suave que cierra. Ya después del bombardeo anterior donde también tu alma descansa ciertamente, terminemos con un buen sabor de boca. En la técnica del sandwich para criticar es importante cerrar motivando el cambio. Eso convierte a una crítica destructiva en constructiva. Porque puedes ser todo lo elegante del mundo, pero sin propuesta no se construye nada. En el mismo ejemplo anterior: «podríamos renovarnos tomando referencia en las publicaciones más actuales y haciendo una lluvia de ideas con propuestas de diseño y sometiéndola a votación». Dijiste lo mismo pero con elegancia, argumentos puntuales y sobre todo: propuesta. Y si ya le pones derechita al pastel cierra con frases cómo «yo creo que tenemos todo para renovarnos» o «confío en este equipo para lograrlo».

wondernastic.com

Y bueno, si estás trabajando asertividad y límites aquí te dejo otra nota para liberarte de lo que no te corresponde: Las 3 c liberadoras culpa y control.


Síguenos en redes sociales como @KENArevista: