El exceso de secreción (flujo) vaginal se denomina técnicamente leucorrea, y es una de las causas más frecuentes por la que acuden a mi consultorio.
La mayoría de las veces se trata de un flujo normal pero que puede llegar a ser tan abundante que resulta molesto, pero otras tantas se debe a algún problema en concreto, como por ejemplo, a una infección.
Naturalmente nuestra vagina produce una secreción transparente o algo blanquecina, que puede o no acompañarse de un olor más bien parecido al cloro, y que, cuando es abundante, puede ocasionar que la piel de la vulva se irrite. Generalmente se asocia a la segunda mitad del ciclo menstrual, es decir, dos semanas antes de la regla se incrementar.
En algunas ocasiones existen cambios en la anatomía del cérvix (cuello uterino) llamada eversión glandular (mal llamada úlcera cervical) que es la exposición de un tejido que normalmente se encuentra al interior del cuello y que al verse expuesto a la acidez vaginal forma moco para protegerse de ese ambiente adverso y aumenta la secreción vaginal.
Las infecciones pueden producir cambios en las características de este flujo vaginal, tanto en olor o color. En la vagina normalmente viven en balance un grupo de bacterias y hongos, cuando este balance se pierde puede ser que unos y otras crezcan y nos ocasionen infecciones. En el caso de infección por hongos (tras el tratamiento antibiótico por alguna otra infección o en épocas de mucho calor) el flujo se vuelve más bien blanco con algunos grumos. Generalmente no se asocia a mal olor pero ocasiona mucho ardor y comezón en los genitales externos.
Cuando se trata de una infección por bacterias, el flujo habitualmente es más amarillento con mal olor, e incluso, se asocia a molestias urinarias.
Todos los casos son de relativamente fácil diagnóstico mediante la revisión médica y en algunas ocasiones se necesita la realización de toma de muestras y cultivos.
Otra causa que produce su crecimiento es el exceso de higiene en esa zona, que desequilibra la flora vaginal normal y favorece el crecimiento de microorganismos patógenos.
Otras infecciones a descartar son las llamadas enfermedades de transmisión sexual, concretamente la gonococia, chalmydias, tricomonas y gardnerella.
¿Qué hacer?
Por lo anterior, no es aconsejable que ante la presencia de flujo vaginal su primera opción sea ir a la farmacia a comprar medicamentos de venta libre pues no sabemos la causa de ese flujo vaginal. La recomendación siempre es acudir a revisión médica.
Un poco de alivio
Si padeces leucorrea fisiológica, te dejo una serie de consejos que ayudan a mejorarla:
- Realizar la limpieza de su vulva sólo con agua, no usar la ducha vaginal ni jabones íntimos, ya que romperá la barrera natural de protección de la vagina.
- No usar ropa interior ajustada ni sintética, solo de algodón.
- No usar pantiprotectores, a no ser que sea realmente necesario (como al final de la regla).
- Mantener esa área seca lo más posible, pero sin irritarla al secarla (usar una toalla suave y secar suavemente y sin frotar).
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