Virus del Papiloma Humano (VPH) es una infección de transmisión sexual que involucra un grupo de virus relacionados entre sí y de los cuales existen más de 200 tipos. Cerca de 40 de ellos afectan a los genitales. Estos se propagan a través del contacto sexual con una persona infectada, pues el VPH se desarrolla muy bien en mucosas y piel con micro lesiones.
También se pueden propagar a través de otro contacto íntimo de piel a piel. Algunos de ellos pueden ponerle en riesgo desarrollar un cáncer.
Existen dos categorías de VPH de transmisión sexual. El VPH de bajo riesgo, que es el que puede causar verrugas en o alrededor de los genitales, el ano, la boca o la garganta. El VPH de alto riesgo puede causar varios tipos de cáncer:
- Cáncer cérvico uterino.
- Cáncer de ano.
- Algunos tipos de cáncer de boca y garganta.
- Cáncer del pene.
La mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas y no causan cáncer, el tratamiento, una vez diagnosticado de forma correcta es vigilancia y en algunos casos algún tratamiento clínico indicado por un especialista en salud femenina gineco-obstetra. Pero a veces, las infecciones duran más. Cuando una infección por VPH persistente de alto riesgo, dura muchos años, puede provocar cambios en las células y si no se trata a tiempo, se puede convertir en cáncer.
Algunos datos:
¿Sabías que el 85% de las mujeres y el 91% de los hombres se infectan con Virus del Papiloma Humano?
Hablar de Virus del Papiloma Humano (VPH) es hablar de un alto porcentaje de personas que están infectadas, que están por infectarse y del cáncer en que derivan muchos casos.
- La infección por VPH es la más común entre la población.
- Los datos duros arrojan que hasta el 50% de las mujeres sexualmente activas se encuentran actualmente infectadas con algún tipo de VPH.
- Hasta el 85% de las mujeres con una sola pareja sexual adquieren la infección de VPH. La infección por VPH se adquiere en etapa de juventud por alta actividad sexual 24-28 años de edad (hombres y mujeres), y la mayoría la adquirió en general antes de los 34 años de edad.
- La incidencia de VPH es más común en mujeres jóvenes y alcanza un pico de aproximadamente 20% en mujeres de 20 a 24 años y que suele tener un repunte de casos en mujeres alrededor de los 45 años en la perimenopausia cuando existe 17 veces más riesgo de contagio.
- Se estima que a los 4 años de haber iniciado una vida sexual activa, el 50% de las mujeres ya adquirieron algún tipo de VPH.
- Algunos tipos de VPH derivan en cáncer cérvico uterino, que, aunque prevenible y tratable, es la segunda causa de muerte en mujeres en edad reproductiva por cáncer en México y en el mundo, pues cada 2 horas muere una mujer por esa causa.
- Existen un promedio de 604 mil casos diarios de cáncer cérvico uterino a nivel mundial.
- Se reportan 500 mil muertes por día a nivel mundial por cáncer cérvico uterino.
- En total más del 95% de casos de cáncer cérvico uterino se deben a VPH.
- En México se reporta una tasa de mortalidad del 18.24% (de las más altas del mundo).
- 1 de cada 10 mujeres muere por cáncer cérvico uterino.
Existen factores de riesgo adicionales a la infección por VPH persistente:
- Inmunosupresión
- Tabaquismo
- Lesiones causadas por multiparidad (sin ser tratadas)
- Lesiones cervicales comunes (sin detección o tratamiento)
- Clamidia y otras infecciones de transmisión sexual
El cáncer cervicouterino puede ser causado por la infección de transmisión sexual persistente del VPH de alto riesgo hasta en un 99% de los casos y son los tipos 16 y 18 los más prevalentes, responsables de aproximadamente el 70% de todos los casos de cáncer cervicouterino.
Desafortunadamente, el cáncer cérvicouterino es un padecimiento que se desarrolla lentamente, puede tomar hasta 6 años y no da síntomas, pero cuando hay alguna lesión detectable, generalmente ya es tarde para el tratamiento.
¿Por dónde empezamos?
La educación sexual integral debe ser el paso número uno, desarrollar una cultura de prevención y autocuidado entre la población:
La visita periódica y regular al ginecólogo es básica. IMPORTA saber que ni el papanicolau, ni la colposcopia son los estudios que confirman la infección de VPH, la prueba adecuada es una PCR molecular específica para VPH que detecta hasta 14 tipos de virus. Los estudios o laboratorios de salud femenina que se lleven a cabo, tienen que ser interpretados por un especialista capacitado en VPH, no es suficiente la interpretación del estudio, a veces hay datos importantes que se omiten en la interpretación y se desarrolla un cáncer que pudo ser evitado. No te debes confiar solo porque el resultado de laboratorio sea negativo, debes acudir a una interpretación experta.
La vacunación contra VPH es otra herramienta de prevención, pero su protección funciona de acuerdo al tipo de virus que cubre. En México la vacuna disponible es la tetravalente que debe aplicarse a niños y niñas a partir de los 13-14 años en un esquema de dos dosis, una cada 6 meses, aunque actualmente se está aplicando solo una dosis.
Se recomienda hacerse pruebas específicas de VPH a partir de los 34 años de edad, y el papanicolau a partir de los 3 años de haber iniciado vida sexual.
En algunos casos de infección por VPH, existe el riesgo de transmisión vertical de mamá a bebé cuando hay un parto vaginal; sin embargo, es el médico tratante quien determina el grado de riesgo, pues solo 4 de cada 100 mil nacimiento presentan contagio.
Como en todo padecimiento, la detección oportuna es la clave para el tratamiento y la mayor expectativa de vida sin VPH, o con VPH pero sin cáncer. Consulta a tu ginecólogo, hazte la prueba específica y no descuides tus controles y chequeos de salud femenina anualmente.
Para mas información puedes checar en IG @querer_quererme
¡Quiérete y mucho!
Karla Lara
Imagen Freepik
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