La moda no existe sólo en los vestidos. La moda está la calle, tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos y lo que está sucediendo”

Coco no sabía dibujar ni hacer bocetos, de forma que creaba sus diseños sobre las propias modelos. ¿Cómo pudo una diseñadora alcanzar el éxito con semejante limitación? La verdad es que esto no tuvo relevancia en comparación con su empeño, dedicación y visión, que la convirtieron en una de las mejores modistas de siglo XX. Gabrielle Bonheur Chanel logró crear un imperio comercial con su firma, la cual ahora es estimada como una de las más costosas y de mejor gusto en todo el mundo.

La doble C, su logo, es vista desde hace cinco generaciones atrás. Así es la trascendencia de su legado, el cual hoy está bajo el cuidado del director creativo de Chanel: Karl Lagerfeld, quien se mantiene fiel al sello de Coco.

El león, la camelia, el diamante y los colores -blanco, negro, beige, dorado y rojo-, son algunas de las cosas que definieron a Gabrielle, y que Karl decidió usar como títulos para los diecisiete cortos que ha producido sobre ella, para revelar al mundo la intrínseca personalidad de Gabrielle.

Para su despegue fueron esenciales dos hombres: El primero, Étienne Balsan, quien eventualmente le presentaría al segundo “Boy”, Arthur Capel, el hombre que realmente amó. El francés y el inglés vieron nacer “Chanel Modes”, la primera tienda que Coco abrió en 1910, en el número 21 de la Rue Cambon.

 

Cuando me analizo un poco, compruebo enseguida que mi necesidad de independencia se desarrolló en mí cuando era todavía una niña. Oía con frecuencia hablar de dinero, sobre todo a las criadas de mis tía, que decían: ‘Cuando tengamos dinero, nos iremos’

– Coco Chanel

Lee la entrega completa en nuestro editorial de marzo.


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