vivir en el presente

Ya sea que tus pensamientos se encuentren enfocados en el pasado o en el futuro, no puedes vivir inmersa en algo que, en muchas ocasiones, no puedes controlar. Vivir en el presente puede suponer una gran dificultad para personas soñadoras, quienes tienen algún arrepentimiento o quizá esperen con ansias (para bien o para mal) la llegada de algo en sus vidas. ¿Cómo puedes controlarlo?

Piensa en aquellos días donde, tan sumida en tus pensamientos, vives más en tu cabeza que en el lugar en el cual te encuentras físicamente. Quizá hayas estado en una reunión o cena con amigos, donde lo único que recuerdas es  todas tus preocupaciones o lo que rondaba por tu mente. Estás pero no estás. Seguro que te ha pasado, ¿verdad?

vivir en el presente

Foto: Al Elmes on Unsplash

¿Cuál es el origen?

Lo primero que debes hacer es encontrar el origen de esa situación. El por qué sigues repitiendo todo ello en tu cabeza, qué es lo que lo genera. Puede que tengas alguna deuda o un problema y dices que cuando mejore tú mejorarás, pero… ¡Hasta cuándo! ¿Hasta cuándo piensas seguir presa de esos problemas? Se va uno, vuelve el otro y siempre la misma historia.

Quizá tu problema real sea el sentir que no tienes todo bajo control y eso nos lleva al siguiente punto.

Entender que dicha situación no se puede controlar

Esto en el caso de que se trate de algo que, en efecto, no se pueda controlar. Si puedes controlarlo o hacer algo para vivir en el presente y hacer la situación más llevadera, ¡no pierdas el tiempo! Si tu problema es una deuda, revisa tus finanzas y establece plazos realistas. Puedes crear un sistema para controlar una o la totalidad del problema o atacarlo directamente (cuando puedes controlarlo), haciendo que desaparezca y en conjunto, desaparecerá la consecuencia del pensamiento obsesivo. Atacas el mal de raíz.

Lo que fue, así es y lo que será, es un misterio

Llevar un plan de vida establece una dirección, no un camino a seguir al pie de la letra. Si algo no sale como lo planeabas no significa que la meta se aleje, simplemente tomas otro rumbo para llegar a ella. Si hay algo que te molesta de tu pasado no te tortures y aprende de ello. Tu error o el de alguien más te ayudarán a saber qué hacer en la próxima situación similar.

Escribe o habla con alguien para sacar eso de tu mente

A veces simplemente necesitamos drenarlo todo para seguir adelante. Puedes hablar con un amigo o psicólogo, para aligerar todo el peso innecesario que cargas. Otras personas prefieren escribir todo lo que se le pase por la mente sin dejar nada, por más locos u obsesivos que sean esos pensamientos; se trata de sincerarse con ellos mismos. Cualquiera de las opciones que escojas está bien.

Cada situación es diferente y puede que la tuya no se encuentre en estos ejemplos, pero lo importante es no rendirse. No caer en esa zona de confort donde todo es igual y nunca cambia, ¡porque sí puedes cambiarlo!

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