
La espinaca es una verdura muy saludable y ofrece varios beneficios para la salud que te vendrían perfecto para retomar un estilo de vida saludable. ¿La edad?, no importa. Empieza ya, estás a tiempo.
¿Por qué debes comerla?
Nutrientes clave: La espinaca es rica en vitaminas y minerales, como vitamina A, vitamina C, vitamina K, hierro, calcio y folato (vitamina B), que son esenciales para la salud general.
Antioxidantes: Contiene antioxidantes, como la luteína y la zeaxantina, que pueden ayudar a proteger los ojos de los daños causados por los radicales libres y reducir el riesgo de enfermedades oculares.
Fortalecimiento óseo: El calcio y la vitamina K en la espinaca son importantes para la salud ósea y pueden ayudar a prevenir la osteoporosis.
Regulación de la presión arterial: El alto contenido de potasio y nitratos en la espinaca puede contribuir a mantener la presión arterial bajo control.
Mejora de la digestión: La espinaca contiene fibra dietética, que es beneficiosa para la digestión y puede prevenir el estreñimiento.
Control de peso: Es baja en calorías y rica en nutrientes, lo que la hace ideal para incluir en dietas de control de peso.
Salud del corazón: Los antioxidantes y la fibra en la espinaca pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas al mejorar los niveles de colesterol y reducir la presión arterial.
Apoyo al sistema inmunológico: La vitamina C en la espinaca puede fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a combatir infecciones.
Reducción del riesgo de enfermedades crónicas: Los compuestos bioactivos presentes en la espinaca pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2.
Piel saludable: Los antioxidantes y los nutrientes en la espinaca pueden contribuir a una piel más saludable y radiante.
Para obtener estos beneficios, es recomendable incluir espinaca fresca en tu dieta de forma regular, ya sea en ensaladas, batidos, o como acompañamiento en diversos platos.
3 formas de comer espinaca
En una ensalada:
Puedes disfrutar de espinacas frescas en una ensalada mixta. Agrégales ingredientes como tomate, nueces, queso feta y aderezo balsámico para darle sabor.
En un jugo verde:
Mezcla espinacas frescas con frutas como plátano, piña y manzana, junto con un poco de yogur o leche, para crear un batido verde saludable.
Salteadas:
Saltea espinacas en una sartén con aceite de oliva, ajo y un toque de limón. Esto las suaviza y realza su sabor. Puedes usarlas como acompañamiento o mezclarlas con otros ingredientes para hacer una pasta o un plato de arroz.
Estas son solo algunas ideas; las espinacas son versátiles y se pueden incorporar de muchas formas deliciosas en tu dieta. ¡Disfruta!
Foto principal Tastemade en Pinterest
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