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Hace ya un tiempo conocí un sistema de planchado todo uno y en ese momento se me ocurrió una gran idea, así que considero muy oportuno contarles cómo utilizar un vaporizador de ropa de la manera menos sospechada: para matar ácaros.

¿Ácaros… yo?

Todo comenzó cuando noté que tenía unos «piquetes» grandes en mi espalda alta y cuello. Al principio pensé que era algún tipo de alergia, después, que era acné provocado por algún acondicionador o algo así. Finalmente me cayó el 20: esos eran bichos. Un dermatólogo, con quien tuve una entrevista rápida para otra cosa, casi lo confirma: «eso parece piquetes de ácaros», me dijo.

Casi me da un infarto… ¿de dónde?

Los ácaros son famosos en camas de hoteles, pero no había viajado en esos días. También se sabe que puedes traerlos en las maletas al regresar de algún viaje y… ya me pasó: pueden ser una pesadilla.

Para que sientan más mi pesar, les cuento que pasé un año (31 de diciembre, literal) en el hospital, porque no sabía qué demonios me pasaba. Al parecer mi sangre les gusta a los bichos (soy la que termina toda picoteada en un picnic común y corriente) y justo me estaba quedando en una cama ajena de la casa donde vivía. Días después me enteré que había habido una casi plaga en el cuarto. Imaginen que tuvieron que quitar hasta alfombras y, a pesar de que el dueño del cuarto ya era inmune, yo no me salvé. Recuerdo que en ese hospital extranjero me miraron feo y me preguntaron -entre broma y broma- que si vivía en el basurero. No me pareció gracioso. Cuando regresé a vivir a mi habitación nunca más supe de los bichos y había rogado que nunca pasara en mi hogar.

Pero pasó.

Volviendo a mi historia de este año, cuando me dijeron que eran ácaros me puse muy atenta. Cambié mi rutina y observé cuándo me salían. Yo rogaba que no fuera mi colchón, ¿se imaginan…? Afortunadamente no me pasó en mi cama… era mi sillón.

¿¿Cómo llegaron esos bichos a mi sillón?? Sí, tengo una perrita divina, pero no podía haber sido ella, está más desprasitada que todos los lectores de este sitio juntos. Seguramente fui yo o alguien que estuvo de visita.

Ahora, inició la búsqueda por internet: «Cómo deshacerte de los ácaros». Miré un montón de remedios en YouTube, vi cómo hay empresas especializadas en su exterminación y… rogué porque algo funcionara más allá de deshacerme de todos mis muebles. 

¡Terminemos con los ácaros!

Seguí todo los pasos que encontré, hice mi propio mix de los consejos encontrados. Les presento: la técnica de Cris.:

Paso 1: Aspirar. Con la aspiradora de mano que tengo, le di duro a todos los cojines un par de veces.

Paso 2: Lavar con vinagre blanco. Apliqué limpiar hasta casi empapar cada rincón con un trapo. Dejar secar.

Paso 3: Bicarbonato de sodio. Le di una ligera pasada y lo dejé ahí un par de días. No fue mucho, la verdad.

Paso 4: Volver a aspirar.

Paso 5: Pasar mi steamer o vaporizador de ropa. Este paso es muy importante, porque el calor y la humedad acaban con los bichos. Pobres, suena feo, pero yo no los invité a mi casa. 

En los videos que vi (no tienen ideas de cuántos fueron), se ofrecían servicios especializados de esto, pero no conozco ninguno así en México por lo que agarré lo que tenía en casa y funcionó. 

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IXEO de Rowenta trae su tabla de planchado, pero también te lo puedes llevar de manera manual.

¿Y qué pasó?

Pues que un día, después de que todo quedó seco, me senté a ver la tele un par de horas con el cabello recogido y dispuesta a ser comida por ácaros… ¡y no sucedió!

Se terminó el problema. Así, le di un nuevo uso a mi steamer y, además de que la utilizo casi todos los días para planchar mi ropa, ahora tiene este uso que te paso como tip. ¡Verás que sí funciona!

PD: si quieres la de la imagen, IXEO, la venden en El Palacio de Hierro y es súper poderosa. 


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