Ella es mucho más que una celebridad, y definitivamente mucho más que la mujer que conquistó al soltero eterno de Hollywood

 

No es una celebrity tampoco es modelo o actriz. Ella viene de otro mundo, de eso donde los códigos, las leyes y la lucha por defender las causas justas de los seres humanos son los verdaderos protagonistas de la vida cotidiana.

Amal Alamuddin, conquistó el corazón de quien fue el soltero más cotizado de Hollywood, George Clooney, y uno de los actores más prestigiosos de la pantalla grande. esto la llevó a formar parte de la escena internacional, pero era imposible presentarla solo como «la pareja de…», debido a su extraordinario curriculum. Es abogada, especializada en derecho internacional y penal, activista por los Derechos Humanos y escritora. Además, tiene una lista de clientes en la que figuran personalidades como Julian Assange, fundador de WikiLeaks, y Abdllah Senussi, jefe de inteligencia durante la dictadura de Gadafi en Libia.

A continuación te contamos sus casos más importantes:

Discutible genocidio armenio 

A principios de este año, Amal formó parte del equipo legal que representó a Armenia en un juicio histórico ante la Corte Suprema de los Derechos Humanos, en el Tribunal de Estrasburgo, en el cual formó parte de la apelación a una ley suiza que prohíbe la negación del genocidio armenio. El país del Cáucaso Sur sostiene que la negación a este hecho es un crimen similar a la negación del Holocausto.

Además, la abogada refutó el argumento de algunos países que consideran que las matanzas y deportaciones de armenios por parte del Imperio Otomano entre 1915 y 1923 no constituyen en un acto de genocidio, como Turquía, cuya postura calificó como hipócrita a causa de su «vergonzoso expediente de libertad de expresión».

Polémico caso en Egipto 

Uno de los últimos  casos en el que Amal Alamuddin sufrió un fuerte revés, fue en el de Mohamed Fahmy, galardonado periodista canadiense. Todo empezó luego del derrocamiento del presidente de la República Árabe de Egipto, Mohamed Morsi, cuando Fahmy fue acusado y detenido en Egipto por su supuestamente trabajar sin las autorizaciones pertinentes en la cadena Al Jazeera, y difundir noticias falsas perjudiciales, junto a los también periodistas Peter Greste y Baher Mohamed.

Además, enfrentar cargos por aparente viculación a la Sociedad de los Hermanos Musulmanes, organización política considerada terrorista. A pesar de que Amal manifestó que su cliente fue «abiertamente crítico» con esa entidad, lo condenaron a siete años de cárcel. Por ende, Amal solicitó a las autoridades egipcias que deportaran a su cliente a Canadá, puesto que en esa prisión corre peligro por compartir con miembros reales de la sociedad terrorista a la cual lo vinculan, pero sus peticiones no han sido escuchadas. La abogada mencionó  que esperaba la intervención del presidente egipcio actual, Abdelfatah Al Sisi, porque lo ocurrido enviaba un mensaje muy peligroso a la nación, puesto que demostraba que los periodistas podrían ser encerrados por simplemente hacer su trabajo.

 

Por: Víctor González


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