En muchas ocasiones, confundimos el amor con la costumbre… y lo que no sabemos es que al hacer cotidianos los problemas con tu pareja, puedes dar pie al inicio de una relación tóxica.
¿Amor o egoísmo?
En muchos casos, no es el amor lo que hace que una relación se mantenga en el tiempo, sino la costumbre y el egoísmo. El hecho de no querer desprenderte de tu pareja y hacer imposible que cada uno rehaga su vida, es típico del egoísmo absoluto o un gran codependiente.
Es importante que revises las conductas de ambos y evites caer en un constante sufrimiento al darle largas a una relación problemática.
Características típicas de una relación tóxica
- Tu felicidad depende de tu pareja: a esto también se le llama «dependencia emocional». «Sin el otro no existo».
- Vida social limitada: es una de las características más generalizadas en una pareja tóxica. No debes, bajo ningún criterio, dejar a un lado tus relaciones de amistad o familiares sólo porque tu pareja te lo pida o no le guste. Esto es importante conversarlo y dejarlo claro al iniciar toda relación. No es para nada sano dejar que otro controle tu vida social. ¡Pendiente con esto!
- Obsesión por la pareja: si sientes que tu pareja te agobia y no te da un respiro, pues es momento de que se te enciendan las alarmas y hablen de este tema. El respeto siempre será principal en todo tipo de relación.
- Amor posesivo: que la base sea la confianza y la libertad entre tú y tu pareja. Un amor enfermo se alimenta de todo lo opuesto a esto, se necesita siempre tener el control sobre todos los movimientos y actividades que se hacen, qué hace, a dónde va y con quién.
- Amor manipulador: por lo general, en una relación tóxica abunda el chantaje emocional y la manipulación. Evita el egoísmo y háganse respetar.
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Es importante que siempre fomenten el respeto, la comunicación, la compresión y la confianza en todo momento. Una vez tengan estos puntos concretados, ¡olvídate de un amor tóxico! Y disfruten de una relación totalmente libre.
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