
Los alimentos fermentados han sido una manifestación única de la transformación bioquímica de ingredientes, no solo mejorando su durabilidad y sabor, sino también ofreciendo beneficios para la salud a través de la proliferación de microorganismos beneficiosos.
Aunque da la impresión de que el consumo de alimentos fermentados es una novedad gastronómica, nada más alejado de la realidad.
Solo pensar que los faraones egipcios o los profetas bíblicos disfrutaron de sus beneficios, habla del milenario conocimiento de este proceso tan vinculado a la alimentación humana.
¿Qué son los alimentos fermentados?
Lo que se conoce como alimentos fermentados no es otra cosa que productos de consumo habitual sometidos a la acción de microorganismos como mohos, bacterias o levaduras, que transforman sus componentes en sustancias más simples, con sabores particulares y más fáciles de digerir.
Víveres de consumo habitual como el yogur, el pan, el vino, la cerveza, el vinagre o los quesos, son ampliamente consumidos en el hemisferio occidental, pero también se ha popularizado la ingesta de otros alimentos fermentados más exóticos como kéfir, kimchi, chucrut, miso y tempeh, entre otros.
Latinoamérica y los alimentos fermentados
Las civilizaciones que poblaban el continente americano a la llegada de los colonizadores europeos estaban habituadas al consumo de alimentos fermentados.
Los mayas, los aztecas y los incas consumían bebidas con cierto grado de alcohol obtenido a través de procesos de fermentación de cereales, tubérculos y frutas propias de estas latitudes.

El yogur y el kéfir son alimentos fermentados.
Aunque no lo creas
- Mezcla de granos de maíz procesados, agua y especias aromáticas, sometida a largos procesos de fermentación para lograr una graduación alcohólica media.
- Bebida muy parecida a la chicha pero que se elabora con yuca, arroz o piña, en lugar de maíz. Los ingredientes de la preparación se dejan fermentar por varios días.
- Para obtener el adictivo chocolate que se consume a escala mundial, los granos de cacao pasan por un proceso de fermentación que le aportan el sabor y la acidez final.
Los que llegaron para quedarse
- Chucrut. Se hace con hojas de repollo o de col cortadas finamente y fermentadas en salmuera.
- Cerveza. Bebida alcohólica elaborada con granos de cebada y lúpulo como elemento aromatizante. Su sabor es ligeramente amargo y desprende gran cantidad de burbujas debido a la fermentación de los almidones de la cebada.
- Miso. Preparación milenaria que se utiliza en sopas o como ingrediente de otros platos. Es una pasta de soja fermentada, mezclada con trigo, arroz o cebada, además del hongo Aspergillus oryzae, conocido como Koji.
Ricas recetas de alimentos fermentados
Aderezo de yogur, miel y mostaza. Mezcla en un recipiente 150 g de yogur natural (sin azúcar), 6 cucharadas de miel y 1 de mostaza. Adereza con sal y pimienta al gusto. Mezcla todo bien y refrigera en recipiente con tapa. Ideal para ensaladas verdes.

Cualquier ensalada resalta con este aderezo.
Tejuino. En una olla grande pon a hervir 3 litros de agua, 1 kg de masa de maíz y 1 kg de piloncillo. Remueve hasta obtener una mezcla ligeramente espesa. Una vez fría, agrega el jugo de 2 limas o limones y se deja fermentar durante 3 días en un lugar fresco. Se toma muy frío con limón y sal.

Súper refrescante.
Foto principal: bearfotos en Freepik
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