Las salsas no siempre se guardan de la misma manera como las encontramos en los establecimientos de alimentos, ya que una vez abiertas, algunas pueden conservarse afuera del refrigerador y otras mantenerlas al frío durante un tiempo determinado. También es el caso de algunos condimentos importantes en la gastronomía.
Con estos tips para conservar algunas de las salsas y condimentos más conocidos, lograrás que estos no se dañen tan rápido y podrás realizar tus platos favoritos sin preocupación.
La salsa de jitomate
Para conservar la calidad de la salsa de jitomate, lo recomendable después de abrirla es guardarla en el refrigerador hasta un máximo de dos meses, no exceder de ese tiempo.
Aunque en los restaurantes de comida rápida, lo habitual es ver la salsa de tomate y otras salsas en las mesas, es mejor evitar hacer lo mismo en casa, ya que no tendrá la misma rapidez de consumo y puede ser dañino para el cuerpo.
La mayonesa
Las salsas que contienen huevo, leche y sus derivados, como la mayonesa siempre se deben guardar en frío una vez abiertas, pero no pasar nunca de los 2 meses. Aunque en el supermercado la encontramos sin refrigerar, la razón es que viene envasada y no hay riesgo de contaminación.
Si la mayonesa es casera, hay que consumirla en las siguientes 24 horas y hay que desechar lo que haya sobrado.
La mostaza
En el caso de esta salsa, lo correcto es conservarla en el refrigerador, sin embargo no todas las mostazas duran lo mismo, pues depende del producto, así que deberás seguir las recomendaciones del fabricante en la etiqueta.
La salsa de soja
Su alto contenido en sal es un conservante natural que permite que no se dañe con facilidad, pero los fabricantes recomiendan conservarlas en frío una vez abiertas, sobre todo si en la cocina hay una temperatura superior a 25ºC.
El guacamole
Siempre se debe guardar en el refrigerador, su duración no se prolonga más allá de una o dos semanas sin abrir y como máximo dos días tras empezar a usarla.
El vinagre
Puedes mantener el vinagre a temperatura ambiente, ya que no caduca, pues al ser un producto ácido se preserva a sí mismo. Sin embargo es mejor no consumirlo si nota cambios en su densidad o sabor.
El aceite de oliva
Para su conservación y que no se oxide ni se dañe, hay que cerrar bien el tapón de la botella, evitar que le dé la luz directamente y no exponerlo a temperaturas elevadas.
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