Más de una persona ha invertido una fortuna decorando su propio espacio sin obtener el resultado que esperaba y es que esto debemos dejarlo en las manos de un experto: el diseñador de interiores.
Para transformar un espacio es necesario partir de una visión y sobre todo, de un sueño. Pero ejecutar una transformación total de un sitio y alcanzar nuestros deseos, es otra historia.
Los creativos estudian la profesión de diseño de interiores durante años, pues estas habilidades se perfeccionan con el tiempo y se trabajan con maestría a través de la experiencia.
Seleccionar a un diseñador de interiores para trabajar en un espacio nuevo o renovado es una decisión muy importante. Básicamente, te estás asociando con una empresa a la que se le asignará la tarea de concretar tus ideas de diseño personalizado según tu estilo, valores y aspiraciones.
Antes de elegir, investiga al posible diseñador que te interese contratar revisando sus perfiles en redes sociales, sitios web y cualquier medio publicado sobre sus logros o su trabajo. Esto te dará una gran idea de con quién vas a tratar y qué nivel de trabajo puedes esperar.
Trabajar teniendo confianza en el equipo es indispensable para que el proyecto fluya y sobre todo para que puedas disfrutar del proceso.
Antes de iniciar el proceso creativo con un diseñador de interiores, estos son los aspectos que debes discutir:
Tener una imagen clara
Antes de concertar una entrevista con la empresa de diseño de interiores seleccionada, conviene identificar cuál es tu visión. Lo que amas, lo que no amas, lo que quieres lograr y lo que quieres sentir en este nuevo espacio. Esta parte del proceso es indispensable ya que sienta las bases sobre las que se construirá el proyecto.
Tradicionalmente, la gente recopilaba recortes de revistas con imágenes inspiradoras para transmitir la apariencia de lo que estaba buscando. Ahora tenemos una gran cantidad de inspiración instantánea al alcance de la mano, como Pinterest, Instagram o cualquiera de las revistas de decoración y diseño de interiores que están en línea, resulta extremadamente conveniente seleccionar imágenes de estilos, diseños e ideas.
Un buen diseñador te ayudará a identificar tus gustos personales y te guiará a través de tu propia identidad para crear un concepto o idea rectora a partir de la cual se iniciará el proyecto de diseño.
Establece tus prioridades
Algunos clientes quieren lograr todos sus objetivos para su hogar a la vez y un diseñador puede ayudar priorizar qué espacios están en la parte superior de la lista.
Inversión
La inversión es una pieza clave de información vital para el éxito del diseño. Es importante que ambas partes conozcan los costos reales para hacer el proyecto sostenible y mantener la relación de trabajo y el proceso funcionando sin problemas en todo momento.
La experiencia de un profesional asegurará que el presupuesto del proyecto sea real para cumplir el objetivo y que todos los elementos de diseño se elijan a medida que se complementen entre sí.
Los diseñadores pueden proporcionar una valiosa orientación en la compra de artículos de decoración, lo que puede ser un gran ahorro. Reduce las posibilidades de comprar cosas que terminan sin funcionar en el espacio y que, al final, deberán deshacerse de ellas.
Conocer el espacio
Una actividad muy útil es que los futuros habitantes del proyecto hagan un recorrido con el diseñador a través de su espacio. Incluso por las áreas circundantes al inmueble, ya que le brindarán una mayor comprensión del contexto general y del estilo de vida del lugar, colonia o barrio.
Un recorrido también proporciona una visión profunda de diferentes aspectos del estilo del cliente y de sus gustos. También ofrece oportunidades de conversación para discutir sobre infinidad de ideas. El entendimiento entre las dos partes es muy importante.
Además, las conversaciones fluidas y el intercambio de ideas son una excelente manera de nutrir al proyecto.
Pregunta mucho a tu diseñador de interiores
No dudes en preguntarle a tu diseñador cuál es su estilo particular y, específicamente, cómo desea operar y administrar el proyecto. Es recomendable comprender claramente cómo funcionan todas estas fases que conforman el proceso.
Es indispensable que cada pequeño detalle quede aclarado antes de iniciar un proyecto y por supuesto seguir preguntando hasta que se tenga todo bien asimilado y comprendido. La buena y certera comunicación es clave para el éxito.
Fuente: Mariangel Coghlan
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