De todas las crisis se aprende

Es este el momento preciso de detenernos, observar para aprender, crecer… ayudar al mundo en crisis y a quien tienes al lado para pasar de nivel. Hay que intentar no dejarnos llevar por el estrés, la incertidumbre y la desesperanza.

“No salgas de casa, usa el tapabocas, ponte antibacterial, desinfecta todo…” y es así, sin más o menos, pero coherentemente, sin olvidarte que tu vecino también necesita, sin dejarle de prestar atención a tu yo interior que a veces pide a gritos «auxilio»  y no nos damos cuenta.

¡Sí!, es momento de cuidarnos y de alinear nuestro interior, emociones y mente en una misma sintonía. Antes no tenías tiempo: el trabajo, el marido, los hijos, tu mamá, el hogar… ¿y ahora? En estos tiempos de cuarentena social, ¿Qué te detiene a reflexionar y ser mejor persona?

Cinco reglas para aprender de la crisis

Regla 1:

Enfócate en lo que sí puedes controlar, tus emociones. De esta manera podrás tener una reacción oportuna para cada situación y mucho más ahora, que vivimos alertas de todo…

Regla 2:

Hacer lo posible para mantener la calma. Siempre hemos dicho “vendrán cosas peores” y estamos atravesando por lo que tanto hemos asegurado (sin saber con exactitud a que nos referíamos).

Respirar una y otra vez en momentos de angustia o ayudar a quien necesita reencontrar la calma. Siempre desde el diafragma hacia afuera, soltando lo malo y contando hasta 3.

Regla 3:

Agradece que tienes un lugar seguro donde estar, donde dormir y donde estar a salvo, incluso, por las crisis porque te enseñan. Piensa en quienes no tienen ese techo que nos cubre hasta un nuevo amanecer. ¡Agradece siempre desde las entrañas!

Regla 4:

Siempre, pero siempre, ten empatía con los demás. No sabemos qué está pasando en la cabeza y corazones de los demás… y es por eso que la empatía es la mejor opción en todos los casos.

Un gesto amable, una disculpa sincera, una sonrisa con buenos días y escuchar siempre, son actos que te liberan y definitivamente, te hacen mejor persona.

Regla 5:

Sé amable y bondadosa contigo, conmigo, con el vecino, con tu compañero… ¡con todos! la bondad proviene de las almas más transparentes y puras. ¡Demuestra de lo que estás hecha!

El mundo te necesita… ¡Podemos ser mejor persona a partir de ahora!

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