¿Sabes la importancia que hay de la necesidad de jugar para sanar y amar? La idea es jugar a través de las palabras y que este juego trascienda las barreras de quienes manejan los conceptos de educación y terapia solo como algo “duro y doloroso”.

La cotidianidad está marcada por la producción y en este afán vamos y venimos ausentándonos eventualmente del disfrute, diversión, sonrisas. Les exigimos a los más pequeños adaptarse a nuestras “comprensibles” necesidades. Aumenta la ruptura del establecimiento y mantenimiento de un lazo básico entre nosotros y nuestros niños, familia, amigos, con el resto de la humanidad. Disminuye la empatía.

Yajaira Nucette, psicóloga infanto juvenil, especialista en Lego terapia explica que  «el cuerpo y la mente tienen un sentido de su propia integridad, la que buscamos mantener o restablecer de alguna manera. Según Jean Saville (2003) hay una evidente y poderosa tendencia correctora de la psiquis humana.»

Fotos de Andrea Piacquadio en Pexels

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Juego & Ilusión

El juego y la ilusión parecen ser el vehículo protector para lograr este equilibrio y disminuir la mencionada ruptura entre los lazos humanos, aumentando así el nivel de empatía, componente básico del amor. El amor nace así, de la comprensión; el juego es parte esencial de ello.

«Revisemos  el gran valor de las cosquillas o el juego de las escondidas en nuestros primeros anos de vida, parecen ser juegos fundamentales  para iniciar la construcción de la imagen de mama, papa, una imagen de conexión, que entrelazan las miradas, carcajadas.  Allí en ese momento, creo se empieza a desarrollar el concepto del SELF (mi mismo), fundamental en nuestra vida futura, en nuestra forma de relacionarnos con el otro,» explicó la especialista. 

 La experta nos deja esta reflexión: «como terapeuta me descubro recomendando a los papás jugar para generar emociones más positivas, para estimular el intelecto de sus hijos, para estrechar lazos, para hacerle saber a la familia que son un gran equipo.»

«Les confieso que en mis sesiones se hace presente el juego, como algo serio, mi juego y el del paciente. Donde el juego no sea posible, entonces mi trabajo se orienta a traer al paciente de un estado de incapacidad de jugar a un estado de poder hacerlo,» añadió. 

Si el Juego es posible también es posible el amor.



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