Para la mayor parte de las personas, los desodorantes son infaltables en el tocador. Sin embargo, ¿realmente lo necesitan? ¿Estás usando el que mejor se adapta a ti?

Si sufres de mal olor en las axilas debes usar desodorante, porque las sustancias antimicrobianas que lo componen evitan la propagación de bacterias, mientras que el antitranspirante evita la excesiva humedad del área, además de proporcionar frescura.

Brasil es el principal consumidor per cápita de desodorantes en el mundo, con una inversión de 23 dólares al año, de acuerdo con la empresa Unilever. Le siguen Australia y Reino Unido.

Razones para no usar desodorante

  1. Ser afortunada y no contar con el gen que genera el mal olor en las axilas cuando se transpira.
  2. Asuntos relacionados con la cultura.

Una investigación realizada por la Universidad de Bristol en el Reino Unido, practicada a 6.495 familias, reveló que alrededor del 2% cuenta con una atípica versión del gen ABCC11, que provoca que las axilas estén libres de malos olores.

El estudio también arrojó que el 78% de quienes tienen este gen, igual gastan cientos de dólares en desodorantes, en cambio, el 5% de las personas que lo necesitan, no lo usan.

Mientras, en China y otros países asiáticos, sus ciudadanos no utilizan este producto porque ven en la sudoración una forma de desintoxicarse. Así lo detalló una gerente de la multinacional Unilever.

¿Sabes que tu desodorante tradicional puede dejar de funcionarte? Foto: wayhomestudio en Freepik

Origen

En 1888 la empresa Mum produjo el primer producto enfocado en evitar la sudoración en las axilas, siendo el zinc su ingrediente principal.

Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XX cuando aparecen los antitranspirantes, hechos con cloruro de aluminio, compuesto secante que previene la sudoración. Inicialmente era promocionado solo para mujeres, hasta que en la década de 1930 fue presentado al público masculino.

Componentes del desodorante

La mayoría de los desodorantes contienen alcohol, encargado de matar las bacterias, y sustancias emolientes que sirven para aliviar la piel y reducir el riesgo de malos olores.

Los otros elementos activos del los desodorantes son el cloruro de sodio (sal) y, a veces, algunos agentes bactericidas, además de la fragancia.

Axilas más frescas

El desodorante ofrece un cuidado superior para las axilas, pero está en tus manos mantener la piel de esa zona lo más saludable posible.

Por eso es fundamental que uses un desodorante con efecto antitranspirante para disminuir el sudor. Aunque muchas veces se haya dicho lo contrario, el rasurado ayuda, porque la ausencia de vellos hace que se concentren allí menos los malos olores.

Usar ropa hecha de fibras naturales como lana o algodón, también ayuda a la piel a respirar mejor.

Con frecuencia los alimentos picantes contribuyen a la propagación de olores muy fuertes, por eso es indispensable cuidar lo que se come.

También se sugiere lavar bien la zona, y evitar aplicar el desodorante sobre restos de otro.

¿Realmente necesitas usar desodorante? Foto: Freepik

El desodorante indicado

El mercado está repleto de propuestas. Para elegir el correcto debes conocer tu tipo de piel y determinar tus necesidades.

  1. Aerosol. Si tienes la piel sensible debes evitarlo, porque podría resecar el área. Trata de que no contenga alcohol.
  1. Roll-on. Su aplicación es la más fácil y cómoda. Si tienes la piel muy seca es el indicado para ti, porque su presentación crea una estela de grasa protectora.
  1. Barra. Ideal para la mayoría de las pieles, especialmente para las secas debido a su poder de hidratación. Este formato es el que menos rastros deja en la ropa.
  1. Crema. Es el idóneo para pieles resecas, por su nivel de hidratación, aunque es el que menos demanda tiene en la actualidad. Además de las axilas, puede ser usado en torso y coyunturas.

¿Debo usar desodorante todos los días?

No. De acuerdo con las necesidades de tu cuerpo y la durabilidad del producto que consumas no será necesario su uso diario.

Algunos desodorantes ofrecen protección por 48 horas, por lo que no se aconseja su empleo excesivo. Sin embargo, es fundamental que al momento de aplicarlo te percates de haber cubierto toda el área de la axila en la que crece el pelo.

 Desodorante casero

Hacerlo es fácil. Solo necesitas:

  • 1/4 taza de bicarbonato de sodio.
  • 4 cucharadas de aceite de coco.
  • 1/4 taza de almidón de maíz.
  • 10 gotas de aceite de lavanda o eucalipto.
  • 5 gotas de germen de trigo o una cápsula de vitamina E.

Solo debes mezclar todos los ingredientes y listo. ¿Resultado? Un protector casero, ecológico y natural.

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Foto principal: gpointstudio en Freepik


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