Nuestros cuerpos y la sexualidad femenina han sido objeto de críticas durante siglos, incluso actualmente son tratados como un material al que se puede moldear constantemente para encajar en los estereotipos, donde cada parte es examinada por el mundo entero.
Cuando una mujer no cumple con estas reglas, surgen los prejuicios y las presiones sociales por no ser o comportarse como la sociedad lo dicta. Por ello, la mayoría de las mujeres crece con la presión de cumplir con estos estándares sociales.
¿Cuáles son los prejuicios en la sexualidad femenina que enfrentamos?
Existen muchos estándares que la mujer debe cumplir como el vello corporal, tener el peso ideal, evitar que nuestra piel tenga textura o signos de envejecimiento y lucir siempre perfecta son algunos de los prejuicios que existen hacia las mujeres actualmente.
Lo peor es que dichos prejuicios “aplican” incluso para los genitales de las mujeres.
“Al momento de aceptar estos prejuicios como sociedad, fomentamos que las mujeres no puedan disfrutar de su sexualidad plenamente y les generamos inseguridades sobre su cuerpo”
Denisse Flores, educadora sexual en DKT México.
Estos prejuicios sociales de la sexualidad femenina buscan cambiar incluso el aparato reproductor y la apariencia de la vulva con productos para «mejorar la apariencia», incluso blanquear la zona genital y modificar su olor natural. Estos prejuicios marcan que los genitales de las mujeres deben ser rosados, sin vello púbico, con la piel lisa y firme, con olor a flores, aumentando las inseguridades de las mujeres, afectando su confianza y el amor por su cuerpo.
¿Dónde queda el amor propio?
Amar y respetar cada parte de tu cuerpo es revolucionario porque muchas fuimos educadas para ignorarlo y descuidarlo. Una vez que haces las paces contigo misma y aceptas sin rencores el reflejo en el espejo y te das cuenta de que ningún estándar de belleza merece que maltrates tu cuerpo, te encuentras un paso más cerca del amor propio.
El proceso de empezar a amarte tal y como eres, no es sencillo, hay que ser paciente y empática contigo misma. Deconstruirse toma tiempo y no hay una receta mágica para llegar a la meta, pero te compartimos algunos tips que pueden ayudarte en el proceso:
1. Enamórate de ti.- Deja de juzgarte y compararte, reconoce tu belleza y valora tu cuerpo con pequeños ejercicios de autoestima. Una forma de hacerlo es encontrar aquello que te gusta de tu cuerpo y que te hace brillar. Recuerda que no hay nada más sexy que la seguridad.
2. Atrévete a ser tú misma.- Dile adiós a los estereotipos y libérate de la idea de que debes verte de cierto modo. Para mostrarte tal y como eres debes ser tú misma, así que usa ese conjunto que te encanta, pero que no te pones por miedo a ser juzgada, te aseguro que te sorprenderá lo bien que te queda y la seguridad que te aporta.
3. Ten paciencia.- Estás atravesando un cambio radical, no te vuelvas tu peor enemiga y date la oportunidad de ser perfectamente imperfecta, habrá días en los que no seas tu mejor versión, es normal y está bien. Ser consciente de esto te ayudará a trabajar en tu confianza.
Los prejuicios que existen sobre el cuerpo y la sexualidad femenina, no dejan espacio para que estas vivan o disfruten plenamente el erotismo. La sexualidad nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos, es indispensable romper con este pensamiento que genera inseguridades, para reencontrarnos con nuestro cuerpo y vivir la verdadera esencia de la sexualidad (que es generar placer), enfocándonos en el placer sobre el cuerpo.
Recuerda que cada cuerpo es único y hermoso tal y como es, deja de ver cuerpo el enemigo y reconoce todo lo que hace por ti.
*Para resolver cualquier duda o aclaración sobre salud sexual, puedes mandar un WhatsApp al 5550689673, donde los especialistas te ayudarán a tener una vida sexual segura.
Texto de Denisse Flores, sexóloga para DKT México, proporcionado por Ana Paula Rivera de Célula Comunicación.
Editado por Tania Lara para KENA.com
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