
El draping es, básicamente, contornear los pómulos, pero con tonos rosas y luminosos para denotar más dimensión. Esta técnica es casi pariente del contouring, que es contornear todo el rostro con ayuda de tonos piel más oscuros que el nuestro para darle forma al rostro. ¿Cómo realizar el draping de manera correcta?
Es perfecto para aportar el toque de color que tu rostro necesita en algunas ocasiones. El poder de un pómulo acentuado tiende a ser infravalorado, pero cuando lo intentes tú misma lo amarás tanto, que de seguro se convertirá en un must en tu maquillaje diario. Es tan sencillo de hacer y puedes crear este efecto con lo que tienes dentro de tu colección de maquillaje.
¿Cómo se logra?
Este será el último paso en tu maquillaje del día, así que antes de aplicar tu sellador intenta el draping en tu look. Consigue una brocha circular con bastante volumen para tu blush, la que se adapte a tu rostro. Para aplicar el iluminador la clásica brocha tipo abanico será perfecta. El tono del blush dependerá de tu maquillaje y tu subtono de piel, lo recomendable es un iluminador blanco, crema o dorado.

Foto: The beauty effect on Pinterest
Primero vamos por la luz
Toma un poco de iluminador con tu brocha abanico y marca el hueso del pómulo, difumina muy bien desde la coronilla u oreja hasta la altura de la mitad de tu ojo aproximadamente. Todo esto de manera ascendente o la que mejor funcione para tu rostro. Ya que creaste el punto de luz, es hora de crear el punto de color.

Foto: Glamour UK
Coloca tu blush
De la misma manera, tomar el producto con la brocha y colocar por debajo del iluminador. Difumina muy bien y si lo deseas puedes utilizar diversos tonos, mezclados para crear uno o en efecto un degradé. Con 2 o 3 es más que suficiente y le dará mucha más profundidad y dimensión al rostro.

Foto: Kirsten on Pinterest
Maquillaje sencillo con un solo producto
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