El concepto de belleza tan diverso y tan único a su vez (porque es un poco como el arte, cada quien lo interpreta como quiere), se ve reflejado en los rostros e imagen de las mujeres alrededor del mundo. México no es la excepción y recién Eiza González se ha convertido en la primera mexicana elegida por Louis Vuitton para representar a la marca a nivel mundial en su fragancia «On the Beach». Y para esto señoras y señores no es suficiente ser «bonita», se requieren muchas tablas y mucho talento.

Los tabloides con las primeras imágenes y la noticia no se hicieron esperar, ya que definitivamente la carrera de Eiza como modelo y actriz va en ascenso, pues esto se suma al estreno de la película Godzilla Vs. Kong en la que también lleva un papel protagónico (¿y qué tal su aparición en I care a lot?) y Eiza va con todo ondeando la bandera de mujeres mexicanas que tienen una imagen internacional reconocida y eso hay que celebrarlo.

A mi, en lo personal me encanta que los mexicanos se destaquen por su talento, habilidades, competencias, preparación, etc. Sin embargo, yo veo un «pero…», el pero es todos los «peros» que ponen las críticas de personas y medios a esos grandes logros. La noticia es para reventar en felicitaciones (como debe de ser) pero mucho se centran en las críticas sobre los cambios físicos que Eiza ha hecho en su persona de manera voluntaria y el cómo la imagen que hoy muestra no es quien era ella en un principio.

¿Y quién es la misma persona hoy que ayer?

¿Qué nos hace sentir que tenemos derecho para emitir opiniones tan irrelevantes sobre los éxitos de otros? Bajo el rigor de este tipo de críticas quiero nombrar también a Yalitza Aparicio quién después de su participación en Roma ha sobresalido con su imagen a nivel internacional en medios diversos y con cuyas apariciones, las críticas no se hacen esperar, sobre sus atuendos, maquillaje, actitud al fotografiarse, etc.; y por donde lo veamos, no corresponde.

¿Por qué nos esmeramos como sociedad en juzgar tan fuerte a los nuestros cuando van conquistando otros terrenos y mayores niveles? Ejemplos de esto hay varios: Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, Yuya, Salma Hayek, Diego Luna, Gael García Bernal… personalidades que han destacado de forma relevante, pero que al momento de festejar sus logros surgen las opiniones que vienen de personas que por lo general han logrado poco o nada en sus vidas comparados con la personalidad a la que critican, no lo hagamos más.

Lo que suma es aplaudirnos y reconocernos entre nosotros, el que sea que llegue lejos o que ponga en alto el nombre de México en el mundo con algo positivo merece la celebración y el gusto de sentirse plenamente orgulloso. Nunca ha sido fácil, porque vivimos en tiempos en que se puede todo, pero también todos creen saberlo todo y entonces los juicios son duros y sin fundamento.

Pensemos un poco antes de emitir nuestros juicios, estas son mis apreciaciones:

  • Elegir ser una imagen pública debe de ser por mucho una decisión que implica estar expuesto a la opinión pública, positivo o negativo esto es inevitable; lo que sobra, es que ese público (que por cierto elige voluntariamente seguir la vida de una celebridad) sienta la libertad de emitir juicios a diestra y siniestra sobre su persona y apariencia sin enfocarse en lo importante que son: sus logros, el camino recorrido, el mensaje que emite, los estereotipos que cambia, incluso las vidas que cambia, porque estas personalidades han usado su fama e influencia para mejorar la vida de muchas personas.
  • Cambiemos la cultura de que todos nos cueste trabajo todo. Ya no va. Si podemos abrir brecha o camino para otros, hagámoslo. No dudemos.
  • Demos el mérito y el honor a quien lo merece por su trabajo, talento, habilidad y belleza, NO TIENE NADA DE CRITICABLE LOGRARLO. Cada quien somos arquitectos de nuestro destino, respetemos el trayecto y disfrutemos a los llegan a la meta. Hay muchísimo que aprenderles.
  • Dejemos de fomentar una cultura en la que entre mujeres demeritamos a otras mujeres. Hay que ser ya la generación del cambio radical, la que es capaz de confiar en otra mujer, aprender de ella, aplaudir y celebrar su vida y aciertos.
  • Aprendamos de lo que comparten esas personalidades cuando van logrando más y más, en palabras de la propia Eiza: «Crecí viendo todas estas campañas de belleza en los años 90 y no veía muchas mujeres mexicanas en ellas (…) siempre me vendieron un poco que tenía que ser de un estilo específico para lograrlo y el hecho de que las chicas en México que son morenas y latinas como yo, vean una campaña como esta y se reconozcan en ella, con la escala de esta marca, me honra y me hace feliz. Es normalizar la imagen de las personas y hacer que se sientan incluidas y vistas».

Bravo Eiza, bravo Yalitza, bravo Salma, Thalía, y tantas otras figuras mexicanas que nos recuerdan que los sueños se alcanzan a base de no rendirse, de darlo todo, de no bajarle ni media rayita a lo que somos, porque, ¿saben qué?, el que es bueno en lo que hace, ¡lo es!, y no tiene que achicarse para caber o para no hacer sentir mal o menos a otro.

¡Bravo por todas las personas que lo tienen claro y que pueden brillar donde sea, cada vez mas lejos y cada vez más alto! Felicidades Eiza, eres un talento, una persona capaz y profesional en todo lo que haces y además, increíblemente BELLA.

Karla Lara


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